Este brownie es perfecto para antojos: Está delicioso y se prepara en un momento. La receta es del chef de un centro de congresos de aquí de Dinamarca, el centro se llama Bautahøj.
Un buen auténtico brownie se diferencia de un bizcocho de chocolate entre otras cosas en que el interior es húmedo y contrasta con el exterior crujiente. Si lo cueces de más, lo arruinas. Con esta receta se consigue la textura perfecta y el sabor es intenso. Perfecto para disfrutar solo o con helado de vainilla o de plátano.
Las recetas de la chefs reposteros son muy exactas, hasta los huevos se miden en gramos. Yo reduje la cantidad a la mitad y adapté las equivalencias para que fuera una receta fácil de seguir, pero al final de esta entrada os dejo la receta original tal cual la tiene escrita el chef, por si queréis hacer más cantidad o tenéis curiosidad.
75 g de mantequilla
158 g chocolate puro*
3 huevos pequeños
220 g de azúcar mascabado
94 g de harina de trigo común
3 cucharaditas de levadura química
Opcional: Trocitos de chocolate o frutos secos al gusto para la superficie. También valen lacasitos, trocitos de turrón (como en mis fotos)
* A menudo uso chocolate sin azúcar, porque la masa ya lleva mucho azúcar de por sí.
La preparación:
1. Batimos los huevos y el azúcar mascabado.
2. Derretimos el chocolate y la mantequilla juntos a fuego lento y mezclamos el chocolate fundido (con la mantequilla) con la mezcla de huevos y azúcar.
3. Incorporamos la harina y la levadura y mezclamos muy muy bien.
4. Vertemos en un recipiente apto para horno. Personalmente me gusta verterlo sobre papel de horno que cubra la base y las paredes y sobresalga, así es muchísimo más fácil sacarlo luego y los bordes toman una forma única.
5. Repartimos los trocitos de chocolate, o nueces, o lo que nos apetezca, por la superficie. Sin cubrirlo todo.
6. Horneamos en el horno precalentado a 180° durante 30-32 minutos, preferiblemente con función ventilador.
- Como decía antes, esto es un brownie, no un bizcocho, así que no sirve la prueba del palillo o el cuchillo limpio para saber si está cocinado por dentro, porque precisamente la mejor parte de esta receta es que el pastel queda húmedo por dentro, así que, si el palillo sale limpio, significa que lo has horneado demasiado.
Y ya está :) Cuando sale del horno, le damos unos minutos de reposo, porque recién hecho es muy frágil. Pero en seguida podemos despegar los laterales del papel y cortar el primer trozo para probar.
Los brownies se suelen servir en porciones rectangulares, pero a mí me gusta cortar porciones triangulares, como si fuera una tarta, porque así tengo todas las texturas en un trozo: crujiente por arriba, más húmedo en el centro y más cocinado por los bordes.
Se puede congelar sin problema; troceado para picar cuando entren ganas o entero. Para descongelarlo, simplemente dale tiempo; déjalo descongelar a su ritmo y, si te apetece comerlo templado, le das un par de minutos en el horno ya caliente o en el microondas, pero con un vaso de agua al lado, para que no se reseque. No lo calientes mucho para que no se cueza de más por dentro.
La receta original:
150 g de mantequilla
315 g chocolate puro
250 g huevo
440 g de azúcar mascabado
188 g de harina de trigo común
6 cucharaditas de levadura química
¡Buen provecho!
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Bergua*