Gracias a la gran variedad de calabazas que existe, se pueden encontrar disponibles en el mercado durante todo el año y en estas fechas no faltan en las cocinas.
Son muy beneficiosas para la salud ya que contienen vitaminas (A, B, C y E) y potasio (para controlar la presión sanguínea). Se dice que cuanto más naranja es su color, más saludables son para el organismo.
A mí especialmente me gusta bastante la calabaza, y como se puede preparar de muchas maneras, no llega a cansar. Hoy os traigo una receta dulce y muy fácil de hacer.
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
Para el bizcocho:
400 g de calabaza
260 g de miel
4 huevos grandes ecológicos o camperos
1 pizca de sal
300 g de harina de repostería
2 cucharadas de levadura
1 puñado de nueces
1 cucharadita de canela molida
175 ml de aceite de oliva virgen extra
Para el glaseado de mandarina (opcional):
1 mandarina
100 g de azúcar glas
El azúcar es el endulzante más común, consumido en exceso resulta perjudicial para nuestra salud, aumentando nuestros niveles de glucosa en la sangre y pudiendo conducir a padecer condiciones como la obesidad o enfermedades como la diabetes. Sin embargo, podemos elaborar nuestras recetas con otras alternativas más saludables como, por ejemplo, la miel. El problema con el que nos encontramos a la hora de reemplazar el azúcar por la miel es la equivalencia.
1 taza de azúcar = 3/4 de taza de miel
1 cucharada de azúcar = 3/4 de cucharada de miel
1 cucharadita de azúcar = media cucharadita de miel
Por regla general, siempre deberemos usar 1/4 menos que la cantidad indicada de azúcar en nuestras recetas.
Solía preparar esta receta con 350 g de azúcar morena que equivalen los 260 g de miel que indico en los ingredientes.
Preparación:
Elegimos el molde donde vamos a elaborar nuestro bizcocho y lo engrasamos con un poco de aove. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Trituramos la calabaza en un robot de cocina hasta que esté picada bastante fina. A continuación, añadimos el azúcar o la miel, los huevos, una pizca de sal, la harina, la levadura, las nueces, la canela y el aceite de oliva, y ponemos nuevamente en marcha el robot hasta que esté todo bien mezclado.
Como este bizcocho también lo va a comer Ma Petite Chloé, he introducido en el robot de cocina las nueces junto con la calabaza, así no se encontrará trocitos de nueces al comerlo.
Vertemos la mezcla en el molde con ayuda de la espátula. Llevamos al horno y horneamos a una altura media baja durante 55 minutos o hasta que al introducir un pincho salga limpio. Yo lo suelo poner 5 minutos más.
El aroma que desprende el horno mientras el bundt cake se está haciendo es impresionante e inunda toda la casa.
Sacamos del horno, lo colocamos sobre una rejilla y dejamos enfriar, al menos, unos 15 o 20 minutos antes de desmoldar. Si lo hacemos antes se va a romper y no quedará presentable. Una vez desmoldado, lo dejos enfriar completamente sobre la rejilla.
Ahora nos ponemos con el glaseado de mandarina, para ello, lo que hacemos es tamizar el azúcar introduciéndolo en un bol. Exprimimos el zumo de media mandarina y lo añadimos al bol poco a poco hasta hacer un glaseado espeso.
Presentación:
Colocamos el bizcocho en un plato o fuente de presentación, vertemos el glaseado sobre el pastel frío, dejando que caiga por los lados y luego espolvoreamos la ralladura de naranja que tenemos reservada.
Si os ha gustado, también podéis probar los muffins de calabaza con glaseado crujiente, unas de las primeras recetas que compartí en el blog y que muchos de vosotros habéis probado ya.
Otra alternativa para el postre de la cena de Thanksgiving Day es la Pumpkin Pie, su aroma y sabor especiado despertarán nuestros sentidos.
Y ahora, a disfrutar de un buen trozo de este delicioso bizcocho recién hecho.
Bon appétit!