Desde hace mucho tiempo tengo ganas de tener un molde de bundt cake.
Los buenos, los originales de la marca Nordic Ware son prohibitivos, así que me tengo que conformar con sucedáneos. Pero dentro de los sucedáneos los hay de mejor o peor calidad. El otro día, pasé por una de mis tiendas de cocina favoritas En Juliana, y fue ver este molde y enamorarme de él. Sobre todo de su precio jejeje, mucho más asequible que los Nordic.
La chica que me atendió me aseguró que es una buena marca y que aunque sea de silicona son ideales para este tipo de postres.
Así que me lo traje muy convencida y lo estrené al dia siguiente con esta receta de I Love Bundt Cake
He eliminado las nueces de la receta original porque lo llevaba a la comida familiar y mi cuñado es alérgico a las nueces, pero seguro que le hubieran dado un toque estupendo.
Y ya entre nosotros, algún día conseguiré un molde original...
INGREDIENTES:
200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 gr de azúcar
250 gr de queso crema a temperatura ambiente
4 huevos
400 gr de harina
1/2 sobre de levadura quimica
80 gr de dulce de membrillo
Para el glaseado:
80 gr de queso crema
15 gr de leche
1 cucharadita de vainilla
100 gr de azúcar glass
PREPARACIÓN:
Antes de empezar es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.
En el vaso de la thermomix batiremos la mantequilla, el azúcar y el queso durante 3 minutos a velocidad 4.
Añadiremos los huevos uno a uno esperando que estén bien integrados antes de añadir otro. Batimos cada huevo 30 segundos a velocidad 4.
Incorporamos la harina y la levadura y mezclamos muy bien 1 minuto a velocidad 5, hasta que quede una crema homogénea.
Añadimos el dulce de membrillo en trocitos pequeños y lo mezclamos esta vez con una espátula.
Pintamos de aceite nuestro molde y vertemos la mezcla.
Horneamos a 180º con calor arriba y abajo, unos 50 o 60 minutos, dependerá de vuestro horno. ya sabéis que es conveniente hacer la prueba del palillo antes de sacarlo.
Una vez fuera del horno, lo dejamos en el molde 15 minutos y a continuación desmoldamos sobre una rejilla.
Dejamos enfriar antes de bañarlo con el glaseado, para el cual tan solo tenemos que mezclar los ingredientes del mismo y ver si tiene la consistencia deseada, mas o menos como una crema espesa. Si os queda muy liquido añadimos mas azúcar glass y si por el contrario está muy espeso, añadimos un poco de leche.
Si no tenéis thermomix se puede hacer todo el proceso a mano con unas varillas o con una batidora.
Batimos bien la mantequilla con el queso y el azúcar.
Y vamos añadiendo y batiendo los huevos uno a uno.
Incorporamos la harina y la levadura. Volvemos a batir.
Cortamos el membrillo en trocitos y lo añadimos removiendo ahora con una espátula.
Vertemos la masa en el molde previamente engrasado. Al horno.
Y mientras se hornea mezclamos todos los ingredientes del glaseado.
Y ya desmoldado, con el glaseado de queso y unos trocitos de membrillo para adornar.
Un delicioso postre muy otoñal. Y bonito, ¿verdad?