100 gr de harina
250 gr de bacalao desalado
1 huevo
150 ml de agua
50 ml de cerveza
Un sobre de levadura tipo Royal
Uno o dos dientes de ajo
Un ramillete de perejil
Aceite de oliva
Sal
Desmigamos con los dedos el bacalao ya desalado y bien escurrido, procurando que nos queden trozos no demasiado pequeños, para que se noten al comerlos. Reservamos.
Pelamos los ajos, los picamos muy finamente y los añadimos al bacalao.
Cortamos el perejil también muy fino y lo agregamos al bacalao.
En un cuenco ponemos la harina tamizada y la levadura. Añadimos el huevo y mezclamos con unas varillas. Vamos agregando poco a poco la mezcla de agua y cerveza y mezclando bien, cuidando que no queden grumos.
Añadimos el bacalao con el ajo y el perejil y volvemos a mezclar cuidadosamente. Si utiliza batidora, no la use en este paso: el bacalao debe quedar entero.
Dejamos reposar unos veinte minutos.
Ponemos una sartén honda al fuego con abundante aceite. Use un aceite de oliva suave, o si lo prefiere uno de girasol.
Cuando el aceite esté bien caliente, vamos añadiendo cucharadas de la masa, que caerá al fondo de la sartén para flotar enseguida formando el buñuelo. Podemos darlos una forma más redondeada ayudándonos con una cuchara.
Dejamos que se doren bien, dándolos vuelta de vez en cuando para que se hagan por todos los lados, y cuando ya estén los sacamos a una fuente con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.