Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Por aquí ha vuelto el calor y aunque eso no me quita las ganas de seguir horneando creo que tengo que empezar a buscar alguna receta más fresquita para las próximas semanas.
A ver qué acaba saliendo porque cuando paso mucho tiempo sin hornear lo acabo echando de menos, bueno hornear en casa está bien que te puedes ir de la cocina cuando quieras mientras tienes la preparación en el horno. Hornear en el trabajo no es tan divertido, el calor que se pasa en el obrador, madre mía.
No sé cuantos vasos de agua y café con hielo me pude tomar ayer porque por mucho que más de un cliente me haya dicho que es mejor tomar el café caliente para no tener tanto calor, pero yo soy incapaz aunque sepa que es cierto. Me acuerdo que hace tres años fui a Madrid un día en agosto y creo que no fui capaz de comer nada, sólo me acuerdo de beber mucho café con hielo.
Esta receta necesita horno, pero podéis hacer el bizcocho en moldes de muffins y así tarda menos en hacerse y como hay que conservarlas en la nevera merecen mucho la pena. Aunque me gustaron mucho, tenía dudas de publicarlas o no, de hecho llevan mucho tiempo en borradores. Cuando saqué las fotos había una luz muy rara y no me terminaron de convencer aunque al final creo que no han quedado tan mal. La receta está adaptada de esta de Dulce Sentimiento.
Ingredientes (16 bolas)
80 ml de aceite
130 g de zanahoria
100 g de harina
70 g de panela
30 g de azúcar
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de nuez moscada
1/4 cucharadita de jengibre
3 cucharadas de yogur vegano
Chocolate negro
Nueces
Precalentamos el horno a 180º.
En un bol mezclamos el aceite, la panela y el azúcar.
Añadimos la harina previamente tamizada con la levadura y las especias.
Incorporamos las zanahorias picadas o ralladas. Mezclamos con la ayuda de una espátula lo justo para que se repartan en la masa.
Repartimos la masa en moldes de muffins de silicona y horneamos 20 minutos, hasta que al pincharlos estos salgan limpios.
Una vez fríos desmigamos.
Añadimos el yogur hasta tener una masa que podamos moldear.
Dejamos reposar en la nevera una media hora.
Hacemos bolitas del mismo tamaño.
Fundimos el chocolate, puede ser al baño maría o en el microondas con cuidado de que no se queme. Si lo hacéis de esta última manera ir sacándolo cada poco y dar vueltas para que se funda de forma uniforme.
Bañamos nuestras bolitas con el chocolate y dejamos en una bandeja con papel vegetal
Antes de que el chocolate se endurezca decoramos. Puede ser con nueces o con lo que queráis.
Conservamos en la nevera en un recipiente hermético.
Feliz semana :)
Fuente: este post proviene de Repostería Tximeleta, donde puedes consultar el contenido original.
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