El domingo pasado me di cuenta de que habían quedado bastantes calabacines y pensé en variar un poco de la tan socorrida crema de calabacín. Con estas, me marqué unos calabacines rellenos de bechamel de verduras y gratinados con queso de cabra para chuparnos los dedos. Además, como nuestra lista de la compra está adaptada a Alma, ya vais a ver que no sólo es un plato súper fácil sino también muy saludable y apto para las que hacéis BLW con vuestros bebés.
Ingredientes
4 calabacines medianos
1 zanahoria
1 tomate maduro
1 pimiento rojo y/o verde
1 cebolla
1 ajo
200 ml de leche sin lactosa (puede ser normal, esta es la que yo tenía)
30 g de harina de espelta
Queso de cabra bajo en sal
Aceite de oliva virgen
Pizca de sal
Perejil
Preparación
Antes de nada vaciamos los calabacines con una cucharilla y reservamos la pulpa para después.
Cocemos la parte exterior de los calabacines en una olla con abundante agua y sal durante 5 minutos y los dejamos enfriar.
Picamos el ajo y la cebolla y los pochamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Después añadimos la zanahoria, el pimiento rojo, el tomate troceado y la pulpa del calabacín.
Para hacer la bechamel, añadimos al sofrito la harina de espelta y la leche. Removemos siempre hacia el mismo lado mientras se va evaporando la leche hasta conseguir que la masa se separe de la sartén sin problema.
Ya sólo nos queda colocar los calabacines en la bandeja del horno, rellenarlos con la bechamel de verduras y rallar un poco de queso por encima.
Los dejaremos unos 15 min a 190-200 ºC, hasta que estén doraditos por encima.
Y este es el resultado. Menuda pinta, ¿verdad? Tengo que decir que estos volaron y Alma acabó chupándose los dedos.
¿Alguien se anima con esta receta? ¿Tenéis alguna receta rica con calabacín?
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