Los niños disfrutan enormemente caminando ellos solos, recaudando golosinas que luego no se pueden ni comer; los padres van unos pasos detrás con su vasito de vino disimulado, y con el placer añadido de poder cotillear el recibidor de todas las casas del vecindario. Una fiesta encantadora. Desgraciadamente la importación que hemos hecho en España es bastante hortera, mucho zombie y mucha vampiresa; nada que ver.
Por eso hice estas calabazas disfrazadas, para reivindicar la inocencia de la noche de Halloween que siempre vivimos en nuestra casita de Coral Gables.
Para hacer estas niñas calabaza necesitaremos hornear, obviamente, unas galletas con forma de calabaza. Luego con un lápiz no tóxico haremos unas guías para la decoración; en unas sólo trazaremos las líneas de la calabaza y en las otras además un círculo para delimitar las caritas de las niñas.
Prepararemos icing de consistencia 15 segundos en color naranja y blanco, y 10 segundos en color carne y los colores del pelo. Comenzaremos delineando con una boquilla del número #1 los bordes, y luego iremos rellenando uno por uno cada sector de la calabaza, dejando secar por completo antes de decorar lo siguiente para que no se nos junten.
Cuando usamos mucho icing puede ser que la parte central se nos hunda un poco; mi truco para evitar eso es hacer un icing bastante espeso, usar el punzón para repartirlo bien y pinchar hasta la burbujita más pequeña que me encuentre.
Una vez bien seco, iremos rellenando las caritas de las niñas -¿sabes cómo conseguir el icing de color carne?- y dejaremos secar. Luego rellenaremos el pelo y los ojos, y dejaremos secar nuevamente.
Podemos pintar los ojitos y las bocas de las niñas con rotuladores alimentarios, o con pincel si tenemos buen pulso.
Acabando ya, para los tallos de la calabaza emplearemos icing de consistencia espesa, casi nos da igual el color porque luego lo vamos a pintar.
Para dar color usaremos colorante en gel verde oscuro o marrón diluido con unas gotitas de vodka.
Y por último, con una boquilla muy fina haremos una línea naranja alrededor de las caritas de las niñas, para que dé un poco de profundidad.
Ahora sí que estamos listos para coger nuestro cubito y salir a por caramelos. Para nuestra noche de Halloween, terroríficamente dulce y horrorosamente divertida.
Trick or treat!