Para mi sobrino M. dibujar un dinosaurio es algo tan natural como para mí respirar o comer. Pero yo, a mis XXX años, nunca había dibujado uno; no sabía ni por dónde empezar. Así que me tocó documentarme un poco.
Porque no es igual un niño de 2 años –al que le puede encantar un dinosaurio dulce– que un niño más mayor –a los 7 años, los depredadores son la única opción posible-. Nuestro amiguito cumplía 4; un T. Rex malo pero no demasiado asesino fue mi decisión. Y como en esta vida es ponerse, conseguí al fin dibujar el mío después de mucho buscar por la red y emborronar papeles. Y con él comencé a hacer estas galletas.
Una vez horneadas, hay que cubrir el fondo con icing y dejar secar bien las cookies -las vistas son opcionales, pero yo creo que a las mías les encanta mirar el paisaje-.
A continuación se calca el dibujo en cualquiera de las formas que explico en mi post sobre técnicas de calcado o con el Kopykake. En este caso, yo lo hice con el método del lápiz y la hojita de papel de horno.
Posteriormente, se traza el contorno del dinosaurio con icing de delineado de color negro y se deja secar nuevamente.
Atención: yo fui marcando con el lápiz cada vez en una cara del papel para ir más rápido, de forma que en unas galletas los dinosaurios miran a la izquierda y en otras a la derecha. En estas galletas eso no supone un problema, pero hay que tenerlo siempre en cuenta cuando calquemos.
Una vez bien seco, rellenamos con icing 10 segundos de color verdoso para la piel y blanco para los dientes. El color dinosaurio es más difícil de conseguir de lo que uno espera porque… ¿de qué color eran los dinosaurios? Para mí de color verde oscuro mezclado con marrón. Seguidamente, haremos el ojo en amarillo.
Si nos fijamos bien, con estos pasos habremos conseguido un simpático y sonriente dinosaurio… ¡intolerable para un niño de 4 años! Así que habrá que poner especial énfasis en las líneas de la cara –ceja, ojeras y dientes- para hacerlo más malo. Esos rasgos se trazan con el mismo icing negro de delineado.
Aunque dudé si decorar la galleta un poco más, en esta ocasión opté por dejarla muy sencilla y ceder al hambriento T. Rex todo el protagonismo.
Hice, eso sí, un par de galletas especiales para decorar la tarta y que el homenajeado pudiese comer muuuchas más galletas.
Por último, me gustaría enseñaros el revés de mis galletas, porque son las primeras que horneé utilizando los nuevos tapetes de silicona microperforada. Se han convertido en un must para los galleteros y los recomiendo vivamente para los que deseéis hacer galletas bonitas de verdad.
¡Espero vuestras fotos si os animáis a hacerlas! Son unas galletas de dificultad intermedia, y harán a más de un niño exclamar: ¡¡GROOOOOAAAAAARRRRRRR!!
Para hacer estos dinosaurios necesitarás:
-Galletas medianas, riquísimas con con esta receta
-Imagen de un dinosaurio en papel de horno y lápiz no tóxico
–Royal icing con esta receta y las siguientes consistencias:
–de relleno (5 segundos) marfil, blanco y verdoso, con boquillas del número #3 o #4
–de delineado (10 segundos) negro y amarillo, con boquillas del número #2