¡Hola conextraqueseros!
Hoy venimos de nuevo con una receta súper tradicional. Esta vez directa de otros fogones ¡de los de la abuela de la rubia! Tengo que confesar que no confiaba mucho en que salieran ni medio parecidos a los suyos, sobre todo teniendo en cuenta que tiene 90 años y que me contó su receta de calamares en su tinta por teléfono con los típicos una pizca, un poquito, un chorrito…
De hecho, después de escuchar su versión, llamé a mi suegra y por último a mi madre ¡cada una tenía una receta diferente! Al final, después de estar media hora mirando para el calamar, decidiendo si lo cocinaba a la plancha, lo tiraba por la ventana, o que hacía con él :), me decanté por seguir la receta de la más veterana. Digo yo, que tantos años de práctica, algo ayudarán ¿no?
La verdad que lo más
Ingredientes...
1 calamar grande, de unos 600g.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
1 cucharadita de pimentón.
1 poco de perejil fresco.
Medio vaso de vino blanco.
Una bolsita de tinta congelada de calamar.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Con las manos en la masa...
Picamos una cebolla, un poco de perejil y un diente de ajo en trocitos pequeños. Lo echamos en una olla, en crudo junto con el calamar, un chorrito de aceite y una cucharadita de pimentón. Todo, tal cual, sin esperar a que la cebolla se poche ni nada (en este punto mi abuela insistió especialmente así que no vamos a llevarle la contraria)
Dejamos que el conjunto se vaya haciendo a fuego medio y, mientras tanto, vamos diluyendo la tinta de calamar y la bolsita de tinta congelada, en medio vaso de vino blanco.
Cuando los calamares empiecen a estar cocidos y tengan un color blanco, echaremos la tinta de calamar con el vino. Removemos y dejamos que se siga haciendo poco a poco.
Si veis que la salsa se reduce demasiado, echad un poco de agua. Vamos removiendo y, una vez que los calamares estén blandos, echamos la sal.Si no, y siempre según mi wela se os van a quedar duros ¡estáis avisados!
Preparad un arrocito o unas patatas fritas para acompañar y ¡a comer!