Seguro que nunca habéis probado estos canapés elaborados a base de mermelada de piña y pavo. Es una reconstrucción gastronómica de la típica receta de dieta de piña y pollo, esa que siempre nos mandan cuando debemos bajar de peso. Pues aquí os traigo otra forma de comerla.
Las Navidades se acercan y con ellas sus innumerables cenas. ¿Cuántas llegáis a tener al final? ¿Cuatro? ¿Cinco? Con los del trabajo, con los amigos de toda la vida, con los compañeros de facultad, con las compañeras de yoga… Al final resulta ser todo un desembolso en el mes de diciembre y eso sin contar los regalos de después.
Pues bien, una opción muy económica es hacer cenas caseras. No las temáis, os aseguro que pueden resultar ser más sencillas de lo que creéis y para muestra esta receta. Unos entrantes estupendo para ir abriendo apetito entre los comensales.
INGREDIENTES:
Panecillos de untar.
Mermelada de piña.
Pavo.
Orégano o perejil.
*Podéis optar por mermelada de piña comprada o casera. Recordad que tengo una receta de mermelada de piña en el blog, así que podéis hacerla también.
1º. Cortamos el pavo en cuadraditos. A continuación, cogemos los panecillos y los untamos con la mermelada de piña, ayudándonos de una cuchara. Luego posamos sobre estos los cuadrados de pavo y terminamos con una pizca de perejil u orégano (como prefiráis).
No tardaréis ni 10 minutos en elaborar estos riquísimos canapés. Cuando los pruebas son muy refrescantes gracias a la piña. No obstante, terminar con orégano o perejil es optativo, os aconsejo que lo probéis de las dos formas previamente y escojáis la que más os guste.
Además, como os comentaba al principio del post, se trata de una receta que emula la típica combinación de piña y pollo que nos suelen poner en las dietas. Así que comerla de forma distinta a la habitual se agradece de vez en cuando.