Tengo que reconocer que hasta ahora no había hecho una receta con carrilladas de cerdo aunque me gustan mucho. Y he elegido este plato por varios motivos, uno, porque cuando he preguntado a mis amigos y familiares por el plato que más les ha gustado de los que he preparado en los diferentes cumpleaños, por mayoría han sido los de cuchara, lo que supuso una sorpresa para mí. Bueno, es verdad que los platos de cuchara son los que más comemos en invierno, nos aportan calor y energía.
Y dos, porque este plato se hace a fuego lento durante horas por lo que es ideal para aumentar el hygge, ya que nos permite que, mientras se está haciendo, podamos disfrutar leyendo un libro o tomando una copa de vino.
Vamos con mi versión de la receta que viene en el libro Hygge. La felicidad en las pequeñas cosas, del que ya os he hablado en este post.
Los ingredientes para cuatro personas son:
Para la carrillada estofada:
15 g de mantequilla
800 g de carrilladas ibéricas de cerdo
1 nabo
1 zanahoria
1 cebolla
1 tomate
1/2 l de cerveza negra sal
pimienta
Para el puré de patatas y nabo:
700 g de patatas
2 nabos
25 g de mantequilla
200 ml de nata (crema de leche)
nuez moscada (Opcional)
sal (Opcional)
pimienta (Opcional)
Tanto la mantequilla como la nata (crema de leche) que vamos a utilizar va a ser sin lactosa. La nata (crema de leche) se puede sustituir por leche, aunque yo prefiero la nata (crema de leche) y sobre todo la nata (crema de leche) de montar porque el puré queda más cremoso.
Las carrilladas de cerdo se pueden sustituir por carrilladas de ternera.
Vamos a utilizar 2 botellas de tercio de cerveza negra Guinness. La cerveza se puede sustituir por vino tinto.
Si la zanahoria es muy pequeña, ponemos dos.
Preparación:
Lo primero que vamos a preparar va a ser la carrillada, para ello lavamos y secamos bien las carrilladas con un papel de cocina. Salpimentamos y reservamos.
Si troceamos las carrilladas se harán más rápido y a la hora de servir quedan mejor en el plato.
A continuación preparamos las verduras. Lavamos y secamos bien el tomate, el nabo y la zanahoria. Pelamos y cortamos la cebolla en brunoise. Troceamos el nabo y la zanahoria en cuadraditos. Partimos en cuartos el tomate. Reservamos.
Derretimos la mantequilla en una olla a fuego fuerte. A continuación, añadimos la carne y la doramos por todos los lados, durante unos 3 o 4 minutos en total, para sellarla.
Agregamos el nabo, la zanahoria y la cebolla y rehogamos hasta que adquieran color. Añadimos el tomate y cocinamos durante unos minutos.
Vertemos la cerveza. Si la cerveza no cubre la carne y las verduras, añadimos agua hasta que queden cubiertas. Salpimentamos.
Bajamos el fuego y cocinamos a fuego lento durante dos horas o hasta que la carne quede tierna y la salsa reducida.
Mientras podemos preparar el puré. Lavamos y secamos bien las patatas y los nabos. Cortamos en trozos pequeños y regulares, para que se hagan más rápido.
Lo echamos en una olla con agua que llevamos a ebullición y dejamos hervir hasta que estén tiernos. Escurrimos y lo pasamos por un pasapurés.
Calentamos la nata (crema de leche) y se la añadimos al puré junto con la mantequilla y sazonamos.
Presentación:
Servimos las carrilladas en un plato hondo sobre una cama de puré de patatas y nabo.
Un vino tinto es lo que mejor va a maridar con este plato, en este caso he elegido un Valtravieso Crianza del 2014, un Ribera del Duero, elaborado con unas Tinta Fina, propia de la denominación, Cabernet Sauvignon y Merlot. Este Coupage de uvas aporta a este caldo un aroma a fruta negra, regaliz, nuez moscada y tabaco. En boca, sigue destacando la fruta negra y un sorprendente final a pan de higo.
Bon appétit!!!