Pelarla y cortarla ya es un handicap, así que ¿porque no aprovecharnos de técnicas y utensilios que nos hagan este trabajo más fácil?
Hay que aprovechar y hacer tanta como sea posible, y que de una sesión de trabajo tengamos suficiente cebolla para diferentes elaboraciones.
Aquí aprovecharemos ese robot de cocina que ralla, tritura y filetea para de una vez y rápidamente cortar toda la cebolla en juliana para nuestra preparación, y así llorar lo mínimo.
Después con unos tarros y con la olla a presión podremos cocinar nuestra cebolla ensuciando lo mínimo y en un tiempo récord.
Desde que lo probamos, somos fans de esta técnica, y poco a poco descubrimos nuevas aplicaciones de esta elaboración.
Ingredientes
1000 kg cebolla limpia y cortada en juliana
75 g aceite de oliva
3 g de bicarbonato sódico
Preparación
Necesitaremos una olla a presión y seis tarros de cristal con tapa con una capacidad de 500 ml. Esta técnica reduce espectacularmente los tiempos para obtener una cebolla caramelizada "com il faut".Pelar y cortar las cebollas en juliana. Colocarlas en un bol y añadir el bicarbonato de sodio, mezclar bien. Repartir la cebolla entre los seis tarros, añadirles 1 cucharada , más o menos, de aceite de oliva en cada tarro. Cerrar los tarros con las tapas sin llegar a apretarlas del todo.
Poner los botes dentro de la olla a presión sobre una rejilla o base, de modo que no estén en contacto directo con el fondo. Añadir agua hasta alcanzar una altura de 2/3 centímetros. Cerrar la olla y colocarla en el fuego. Cocer a 1 bar de presión durante 40 minutos, contados a partir del momento en que alcanza la presión. (Es conveniente seguir las instrucciones de la olla que utilicéis).
Pasado el tiempo retirar del fuego, dejar enfriar un poco y despresurizar la olla. Dejar atemperar los frascos antes de abrirlos.
Un curioso efecto científico:
Una vez fuera de la olla, el líquido del interior de los tarros continua burbujeando durante unos minutos. Al hacerse el vacío en su interior el agua "hierve" a menor temperatura (en torno a los 30º), podéis verlo en este vídeo.
Llegados a este punto, tenemos una elaboración base de cebolla caramelizada que nos puede servir para otras recetas. Tal cual añadirla a sandwiches, hamburguesas incluso como acompañamiento de carnes o pescados. También podemos sazonarla a nuestro gusto, añadiéndole chiles, ajos, y/o especias.
Con la cebolla cocinada rellenar botes más pequeños y esterilizar colocándolos en una olla grande con agua fría, llevar a ebullición y hervir por espacio de 30 minutos.
Dejar enfriar, etiquetar y guardar los tarros.
Aquí os dejamos algunas ideas donde utilizarla:
Chipirones encebollados
Quiche de confit de pato
Bocadillo de calamares