Cual fue mi sorpresa la semana pasada cuando descubrí que para elaborar como es debido la cebolla caramelizada no se necesita azúcar. Tampoco se le añade mantequilla ni vinagre balsámico, esta receta da como resultado una cebolla con azúcar de color marrón, más intenso todavía si se usa azúcar moreno.
Hoy voy a compartir contigo este descubrimiento para que puedas seguir disfrutando de la cebolla caramelizada en todo su esplendor.
Para hacer la cebolla caramelizada el ingrediente secreto es la paciencia. Hay que dejar, como su nombre indica, que la cebolla caramelice y tome su característico color marrón de manera natural debido a un proceso conocido como Reacción de Maillard.
Debes saber que la cebolla menguará bastante en torno a un 80% de su peso se perderá en el proceso por lo que calcula cuanta cebolla quieres utilizar. Piensa por ejemplo que si usas un kilo de cebolla frescas sacarás alrededor de 200g de cebolla caramelizada.
Lo siguiente que necesitas es picar la cebolla. El corte que le des dependerá de para qué vayas a utilizarla luego. Puede que te convenga más en juliana para un pincho o en brunoise (picada fina) para hacer una tortilla de patata por ejemplo.
Una vez hayas cortado la cebolla llega el momento de calentar el aceite en la sartén. Utiliza un buen aceite de oliva virgen extra, son los que mejor aguantan las temperaturas al calentarse. Debes ser generoso con el aceite, suficiente para que cuando añadas la cebolla picada quede toda impregnada.
Pon el fuego fuerte para calentar el aceite. Una vez alcanzada la temperatura añades la cebolla y la pones a fuego medio. Aquí empieza el proceso debes dejar que se poche poco a poco, removiendo para que no se pegue y se vaya haciendo de manera uniforme, para que no queden trozos demasiado tostados y otros blancos. Deben ir cogiendo ese color marrón todos a la vez. Este proceso durará entorno a 30 minutos. Recuerda que no tienes que añadir nada ni sal, ni azúcar simplemente deja que el calor haga su trabajo y remueve para que no se pegue.
Verás como poco a poco la cebolla va cogiendo color. Cuando haya cogido este color puedes añadir un chorrito de agua que ayudará a disolver y unificar el los azúcares formados.
Luego solo quedará disfrutar de una receta que seguro te sorprenderá con su sabor intenso a cebolla y sin una pizca de azúcar, ¿Te animas?