Ya tenemos encima el verano en todo su esplendor y con todo su calor. No sé en vuestras ciudades pero aquí en la comunidad de Madrid ha sido horroroso. Hemos pasado de las lluvias, los nubarrones y el frío mañanero, a soportar casi 30 grados a las 10 de la mañana.
Hemos estado un mes quejándonos del frío que hacía, de que si no llegaba el verano, que si queríamos que dejara de llover, para empezar a quejarnos del calor que hace, de que no se puede dormir, ni salir a la calle, ni respirar. ¡Nunca estamos contentos!
Aún así no hay excusas para preparar como todos los meses el postre del Reto "Alfabeto Dulce", así llueva, nieve o se derrita el asfalto, nuestra cita mensual es inamovible.
Este mes las encargadas de elegir ingredientes para estrenar el verano han sido nuestras compañeras Laura del blog "Pastelén" que tenía que elegir un ingrediente que comenzara por la letra "G" y Patricia de la página "Pat y Co. Candy Bar" a la que le ha tocado elegir ingrediente que comenzara por la letra "C".
Pues bien los ingredientes elegidos han sido la mar de accesibles, ya que las galletas están presentes en cualquier hogar y podían utilizarse cualquier tipo de ellas según nuestros gustos y la ciruela, el otro ingrediente elegido, es una fruta propia de la temporada de verano y que podemos encontrar en este momento en nuestras fruterías.
La palabra galleta proviene de la palabra francesa galette que es un pastel redondo y fino. Pueden ser dulces o saladas y generalmente están horneadas. Habitualmente se elaboran con harina, huevos, azúcar y mantequilla o aceite. En la actualidad existen infinidad de variedades diferentes de galletas tanto por sus ingredientes, su cocción o los instrumentos que se utilizan para cortarlas.
Tenemos por ejemplo las típicas galletas con chips de chocolate, también conocidas como cookies, los speculoos o galletas tradicionales belgas con una mezcla de especias y que son típicas de Navidad, las de chocolate "tipo sandwich" rellenas de crema que todos asociamos a la marca Oreo, las galletas danesas de mantequilla y su ya famosa caja de metal, los hombrecitos de jengibre para colgar en el árbol de Navidad o nuestras famosas galletas maría que aunque originarias de Londres, se hicieron muy famosas en España después de la Guerra Civil.
Con galletas podemos preparar infinidad de postres, como la famosa tarta de galletas que todos hemos preparado en alguna ocasión y que es todo un clásico de la repostería y habitualmente también son utilizadas para elaborar bases de tartas y pasteles.
La ciruela es una fruta propia del verano consistente en un fruto carnoso con una única semilla. Existen diferentes variedades de ciruelas tanto por su color como por su tamaño (claudias, mirabel, golden...). Además de ser ricas en vitaminas, las ciruelas tienen un alto contenido en fibra que nos ayuda a regular el tránsito intestinal.
Es rica en vitamina C que hace que nuestro sistema inmunológico funcione mejor. También contiene vitamina K para que la coagulación de la sangre sea la adecuada, potasio importante para las funciones del sistema nervioso y sorbitol que es un tipo de azúcar que tiene propiedades laxantes.
Con estos dos ingredientes he preparado un riquísimo pastel de queso y chocolate blanco cubierto de una mousse de ciruelas rojas con una base de galletas y avellanas. La textura es extremadamente suave y la mousse de ciruela contrasta con el sabor dulzón del chocolate blanco. A continuación os cuento como prepararlo.
CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO Y MOUSSE DE CIRUELAS
INGREDIENTES
Para la base
120 gr. de galletas tipo maría
50 gr. de mantequilla derretida
50 gr. de avellanas
25 gr. de azúcar moreno
Para el relleno de chocolate blanco
160 gr. de chocolate blanco
250 gr. de queso crema
250 gr. de queso mascarpone
100 gr. de azúcar
Ralladura de 1 limón
Zumo de 1 limón
3 huevos tamaño L
Para la mermelada de ciruelas
1 Kg. de ciruelas deshuesadas
500 gr. de azúcar
El zumo de 1/2 limón
Para la mousse de ciruelas
120 gr, de mermelada de ciruelas
300 ml. de nata (crema de leche) líquida para montar 35% M.G.
5 cucharadas de azúcar
4 hojas de gelatina neutra
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 160º C.
Primero vamos a preparar la base de galletas, para ello trituramos las galletas con las avellanas y el azúcar en un procesador de alimentos y mezclamos las migas con la mantequilla derretida.
Extendemos la mezcla en el fondo de un molde de 20 cm. que previamente hemos forrado con papel vegetal, presionando con los dedos o ayudándonos con una cuchara. Refrigeramos.
Ahora prepararemos la mermelada de ciruelas. Lavamos bien las ciruelas, las deshuesamos y las ponemos en una cacerola con el azúcar y el zumo de limón y dejamos reposar 1 hora.
Pasado este tiempo, ponemos la cacerola a fuego medio y dejamos cocer durante 40 minutos, removiendo de vez en cuando. Poco a poco la fruta con el azúcar irá espesando, entonces retiramos la cacerola del fuego y trituramos un poco con la batidora de brazo para que la textura sea más fina.
Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y mientras vamos preparando el relleno de chocolate blanco, para ello fundimos el chocolate en el microondas en intervalos de 30 segundos para que no se queme y dejamos que se enfríe un poco.
En un recipiente ponemos los dos tipos de queso, el azúcar, el zumo y la ralladura de limón y batimos con una batidora de brazo, hasta que la mezcla sea homogénea. A continuación añadimos los huevos de uno en uno batiendo hasta que se incorporen a la crema (no es necesario batir en exceso).
Por último incorporamos el chocolate fundido y mezclamos bien con ayuda de una espátula.
Vertemos la crema de queso sobre la base de galletas y horneamos 60 minutos, apagando el horno dejando que éste vaya perdiendo temperatura poco a poco con la puerta abierta. Dejamos que se termine de enfriar a temperatura ambiente.
A continuación preparamos la mousse de ciruelas. Primero hidratamos las hojas de gelatina durante 15 minutos en un recipiente con agua.
Montamos la nata (crema de leche) a punto de nieve y casi al final cuando empieza a formar picos añadimos el azúcar y batimos hasta que quede consistente.
Apartamos un poco de mermelada de ciruelas en un vaso y la calentamos. Añadimos la gelatina y mezclamos bien hasta que esté perfectamente integrada y disuelta.
Mezclamos con el resto de mermelada de ciruelas que necesitamos para preparar la mousse (unos 150 gr.) y poco a poco vamos incorporando la nata montada (crema de leche) con ayuda de una espátula con movimientos envolventes.
Vertemos la mousse sobre el relleno de queso, alisamos la superficie y refrigeramos al menos 4 horas aunque es mucho mejor dejarlo toda la noche en el frigorífico.
Desmoldamos el cheesecake y lo colocamos en un plato, en un cake stand o donde lo vayamos a presentar. Extendemos un poco de mermelada de ciruelas por encima o también podemos servirlo adornándolo con unas hojas de chocolate blanco (*) o simplemente dejándolo así.
(*) Si queréis preparar unas hojas de chocolate que os sirvan para adornar cualquier tarta, sólo tenéis que seguir los siguientes pasos:
Lavamos y secamos las hojas que hayamos elegido
Derretimos el chocolate para postres (negro, blanco, con leche...) en el microondas, revolviendo cada 30 segundos para que no se queme.
Mojamos el pincel en el chocolate y extendemos una capa gruesa de chocolate (si es muy fina se partirá al quitar la hoja) en el envés de las hojas ya que por la parte posterior los nervios de la hoja están más marcados.
Dejar las hojas sobre una bandeja con la parte del chocolate hacia arriba y refrigerar unos 30 minutos.
Pasado este tiempo despegar con cuidado la hoja del chocolate. Quedarán marcados los nervios y así tendremos nuestras hojas de chocolate para adornar cualquier postre.
Aprovecho la ocasión para recomendar que hagáis una visita a la web que acaba de lanzar una amiga mía de Santander. De allí son las cucharitas que lucen así de bonitas acompañando esta tarta. En su página "Hello Mery" podréis encontrar artículos para la decoración de fiestas y celebraciones, todos ellos diseñados con mucho gusto. Ya me contaréis qué os parece.
Y en cuanto a este delicioso pastel de queso podéis prepararlo, como siempre os digo, para aprovechar las frutas de temporada, aunque con estos calores os recomiendo no utilizar huevos y preparar un cheesecake sin horno sustituyéndolos por gelatina.