Hoy es mi cumpleaños y quería reunir todo lo que me gusta en un postre. Una tarta especial compuesta de los ingredientes que más me gustan o me definen. Aunque no estén todos precisamente, sí que podemos encontrar gran parte de ellos.
Esta cheesecake de cookies es un sueño hecho realidad. La base de la tarta es una cookie gigante, al igual que el relleno y las galletas de decoración, todas van con la misma masa. El queso que define la tarta es el mascarpone, de mis favoritos, con toque a la vainilla...y no puede faltar una cobertura de chocolate crujiente. ¿Se puede pedir más? En esta ocasión os aseguro que no. Es un placer al alcance de la mano. Se puede elaborar en casa tranquilamente. Sólo hace falta horno para las galletas. Lo demás es respetar tiempos de enfriado en la nevera.
Si no puedes esperar más, acompáñame que te muestro con detalles la elaboración de esta tarta de pinta americana que será la reina de la fiesta:
Ingredientes: Para un molde de 16 cm.
Para la base y decoración de galletas:
- 125 grs. mantequilla punto pomada
- 125 grs. azúcar moreno
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
- 1 cdta. esencia o extracto de vainilla
- 200 grs. harina de fuerza
- 80 grs. de pepitas o chocolate troceado
Para el relleno cheesecake:
- 250 grs. queso mascarpone
- 200 ml. nata (crema de leche)
- 150 ml. leche
- 1 cda. extracto de vainilla
- 80 grs. cookies troceadas
- 120 grs. azúcar
- 4 láminas de gelatina neutra
Para la cobertura:
- 100 grs. de chocolate
- 20 ml. nata (crema de leche) o leche
Para la decoración de nata (crema de leche):
- 200 grs. nata (crema de leche)
- 40 grs. azúcar glass
- 1 cdta. extracto vainilla
Preparación: En primer lugar comenzamos con la base de galletas. 180 grados 12 minutos. Comenzamos batiendo el azúcar con la mantequilla, hasta lograr una textura de crema. Agregamos el huevo y la vainilla. Integramos.
Luego tamizamos la harina, agregamos la pizca de sal y vamos añadiendo a la masa. Yo en este proceso uso una espátula. Una vez homogénena es el turno de las pepitas de chocolate. Trabajamos muy bien esta masa que no hace falta sacarla del bol. La tapamos con papel film y la llevamos a la nevera una media hora.
Pasado este tiempo, cubrimos la base de nuestro molde con papel vegetal y engrasamos los laterales. Extendemos aproximadamente la mitad de la masa para la base de nuestra tarta. Presionamos con ayuda de una cuchara o nuestras manos hasta que quede uniforme. Le dejé un grosor de 1 cm. Mientras precalentaba el horno, llevé el molde a la nevera. Horneamos unos 15 minutos a 180 grados. Vamos vigilando y retiramos cuando comience a estar dorada.
Con la otra mitad de la masa haremos galletas que nos servirán para el relleno y decoración de nuestra cheesecake. Formamos bolitas que aplastaremos ligeramente en la bandeja de horno con papel sulfurizado. Debemos dejar espacio entre ellas ya que tienden a crecer durante el horneado. Las tenemos unos 10-12 minutos a 180 grados. Dejamos enfriar todo completamente en una rejilla antes de continuar con nuestra cheesecake.
Para el relleno de la cheesecake, remojamos primeramente las hojas de gelatina en un bol con agua fría unos 10 minutos. En un cazo vertemos la leche, la nata (crema de leche), el queso, el azúcar y la vainilla. Removemos a fuego medio hasta que esté bien disuelto. Cuando tenga una textura sin grumos retiramos. No dejamos que hierva. Agregamos las hojas de gelatina e integramos completamente.
Cuando esté un poco más atemperado, vertemos en el molde con nuestra base de cookies ya lista. Troceamos y añadimos las cookies. ¡Me encanta esta parte! Reservamos 4 ó 5 para la decoración. Llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas o, si podéis dejarlo toda la noche, mejor todavía.
El siguiente paso sería la cobertura de chocolate. Sencillamente troceamos el chocolate en un bol al que agregaremos un chorrito de nata (crema de leche) o leche. Lo disolvemos y una vez atemperado, vertemos sobre nuestra tarta sin desmoldar aún. Así nos quedarán los bordes perfectos. Llevamos a la nevera una media hora.
Ya sólo nos quedaría decorarla. Para ello debemos desmoldarla. Si tenéis láminas de acetato, podéis cubrir los bordes del molde para facilitar el desmoldado. Si no, podéis pasar con delicadeza un cuchillo fino. Desmoldamos con cuidado y trasladamos a nuestro plato o stand de presentación. Llevamos a la nevera mientras hacemos la chantilly.
Para la decoración simplemente montamos la nata (crema de leche) bien fría. Cuando esté con picos suaves, agregamos el azúcar y la vainilla. Retiramos cuando esté bien firme. Llevamos a una manga con boquilla de estrella y decoramos. Haremos las rosas que consideremos para después poner las galletas encima. Regresamos la tarta a la nevera o al congelador según la prisa que tengáis. Una vez que esté más firme la decoración, añadimos las galletas. Yo las puse a mitad. Conservamos varios días en la nevera o si la queréis en versión tarta helada, llevamos al congelador. Ya está listo el megapostre.
¡Sólo queda disfrutarlo!
Espero que os haya gustado esta tentación. Es de ésos postres que elaboras para una ocasión especial. Que gusta compartir con los tuyos, que traen recuerdos e historias y otras nuevas que vendrán.
Este año ha sido bastante difícil para muchos de nosotros y a veces debemos recompensarnos con pequeñas delicatessen como ésta. No os podéis imaginar la textura que da el mascarpone a esta tarta. Es toda una delicia. ¡Hoy es un día para celebrar y disfrutar de momentos dulces cómo este!
Un abrazo y nos vemos muy pronto!
Maribel García