Tengo publicadas infinidad de tartas de queso en el blog, con horno, sin horno, de distintos sabores, pero ésta es sin duda una de las que más me ha gustado, porque reune dos postres fantásticos, el tiramisú y la tarta de queso. La receta la vi en el blog de My Karamelli, donde podéis encontrar fantásticas recetas de compañeros blogueros y también mías, ya que colaboro con ellos desde el año pasado.
INGREDIENTES:
20 bizcochos de soletilla
250 ml. de café fuerte
250 gr. de queso mascarpone
250 gr. de queso crema
220 gr. de azúcar glass
100 gr. de gelatina en polvo o en láminas (yo la puse en láminas, 6 láminas)
500 ml. de nata (crema de leche) para montar
2 cucharadas extra de azúcar glass
Cacao en polvo
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será preparar el café. Separamos 60 ml. para la tarta, y el resto lo ponemos en un plato. En él vamos mojando la mitad los bizcochos para ablandarlos de uno en uno, y lo vamos poniendo en forma de base dentro de un molde desmontable (el mío de 20 cm) forrado con papel vegetal. Llevamos al frigorífico.
Mientras, ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría, y cuando estén hidratadas escurrimos y añadimos al café que teníamos reservado (debe estar caliente para que se disuelva bien pero no tiene que haber llegado a hervir).
En el bol de la batidora batimos los quesos y el azúcar glass (yo con la Kitchen Aid y el accesorio pala), añadimos entonces el café con la gelatina disuelta y la nata (crema de leche) para montar sin montar. Seguimos batiendo a velocidad baja durante unos minutos, hasta que veamos que la mezcla espesa, sin batir en exceso para evitar corta la mezcla. Vertemos en el molde la mitad de la mezcla (yo uso un spray desmoldante en los laterales del molde para que después sea fácil desmoldar la tarta). Y vamos mojando los bizcochos que nos falta en el café que nos quedaba. Distribuimos por encima de la tarta y vertemos la otra mitad de la mezcla. Alisamos con una espátula la superficie y llevamos al frigorífico mínimo unas cuatro horas (o mejor de un día para otro)
Una vez cuajada sacamos del frigorífico, desmoldamos y montamos la nata (crema de leche) con dos cucharadas de azúcar glass. Metemos en una manga pastelera con una boquilla rizada y decoramos la parte superior de la tarta con ella. Espolvoreamos cacao en polvo por encima y servimos.
El corte de la tarta es maravilloso, con los bizcochitos en la base y en el medio de la tarta., Realmente es una delicia, pero si lo que realmente os gustan son las tartas de chocolate aquí podéis disfrutar de un sinfín de propuestas.
Con ellas os dejo, feliz martes.