Una nueva cita con el Reto "Alfabeto Dulce", este mes con sabores la mar de tropicales que parece que nos quieren anunciar que ya queda menos para el verano. Las ganas que tenemos todos de calorcito y de viajes exóticos... O por lo menos yo.
Este mes las encargadas de elegir los ingredientes para el reto han sido nuestras compañeras Magdalena del blog "Dulces Postres Magdalena" que le ha tocado elegir un ingrediente que contuviese la letra "Ñ" y Rosi del blog "Mi Mundo Pincake" encargada de la elección de un ingrediente que empezase por la letra "M".
El resultado no ha podido ser mejor, más combinable, más ideal para preparar infinidad de postres y sobre todo más acertado. Los ingredientes elegidos para ponernos manos a la obra han sido la piña y el mango respectivamente. Chicas, ¡enhorabuena por vuestra elección!
Así a voz de pronto, recuerdo algunos de los postres que he preparado con piña, como aquellos mini bizcochos de piña invertidos, que además de estar riquísimos son aptos para celiacos, o esta tarta de piña sin horno que se prepara muy rápidamente y que es ideal para finalizar cualquier comida o cena veraniegas.
La piña o ananás es una fruta de origen tropical aunque su consumo se ha extendido por todo el mundo por ser una fruta muy saludable, además de ayudar a depurar el organismo, tener propiedades diuréticas y ayudar a quemar grasas.
Aporta muy pocas calorías y nos mantiene hidratados por su gran cantidad de agua. Previene el estreñimiento por su alto contenido en fibra, favorece la absorción de hierro y fortalece nuestro sistema inmunológico.
El mango es una fruta también de origen tropical con un fruto carnoso y muy rico, que al igual que la piña y la papaya puede ayudar a prevenir los casos de estreñimiento, de anemia por falta de hierro o la retención de líquidos.
Es antioxidante y previene contra el cáncer, es rico en agua y ayuda al organismo a luchar contra los radicales libres. Nos ayuda para que tengamos un sistema inmunológico sano y es rico en ácido fólico, lo cual hace que sea recomendable su consumo durante el embarazo.
Y para rizar más el rizo, y para que esta tarta de queso tuviera un sabor aún más tropical si cabe, también he utilizado coco (en la corteza y en el relleno de la tarta), incluso también podéis utilizarlo para la decoración, ya sea rallado o poniendo algún trocito de coco fresco.
Y escribiendo estas líneas, me acabo de acordar de aquella tarta de crema de coco y ron, también muy caribeña y rica a más no poder, que preparé el año pasado y en la entrada en la que os contaba un montón de curiosidades acerca del coco.
CHEESECAKE DE COCO, PIÑA Y MANGO
INGREDIENTES
Para la corteza
130 gr. de coco rallado o ti´coco
1 huevo tamaño L
75 gr. de azúcar glacé
Para el cheesecake
300 gr. de queso crema
250 gr. de queso mascarpone
110 gr. de azúcar
3 huevos tamaño L
1 cucharadita de extracto de coco (opcional)
Ralladura de 1 lima
Piña y mango (en trocitos)
Para la decoración
Flores de piña
Mango (en trocitos)
ELABORACIÓN
Primero vamos a preparar la corteza de la tarta, para ello en un recipiente mezclamos el coco rallado con el huevo batido y el azúcar y mezclamos bien hasta que se forma una masa pegajosa.
Yo he utilizado ti´coco que no es exactamente coco rallado, es más bien un coco en copos o hebras que hace que al hornear la corteza ésta quede más rústica incluso más crujiente y con más textura.
Precalentamos el horno a 140º C. Forramos el fondo y las paredes de un molde desmontable de 18 cm. con papel vegetal y lo engrasamos con un poco de mantequilla.
Extendemos la masa de la corteza por el fondo y las paredes del molde ayudándonos con una cuchara o con los dedos. Subimos de manera irregular por las paredes del molde para que los laterales queden de diferente altura y den un aire más rústico a la tarta.
Horneamos unos 35 minutos o hasta que la corteza esté dorada.
Mientras preparamos el relleno del cheesecake. En un recipiente ponemos el queso crema y el queso mascarpone con el azúcar y (el extracto de coco) y batimos con una batidora de brazo hasta que los ingredientes estén integrados.
Añadimos los huevos de uno en uno y la ralladura de lima y seguimos batiendo hasta que la mezcla sea homogénea. Por último agregamos la piña y el mango en trocitos. La cantidad la dejo a vuestra elección.
Vertemos la crema en la base del cheesecake que habíamos horneado previamente y volvemos a meter en el horno unos 60 minutos aproximadamente o hasta que veáis que los bordes están firmes pero el centro se mueve un poco.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego le metemos en el frigorífico al menos 4 horas aunque es mejor dejarlo toda la noche.
Aprovechando el calor residual del horno, lo bajamos un poco, a unos 100º C para preparar las flores de piña para decorar el cheesecake.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal. Pelamos y limpiamos muy bien la piña y la cortamos en rodajas muy finas. Colocamos las rodajas sobre en la bandeja forrada y la introducimos en el horno más o menos 1 hora, o hasta que las rodajas de piña se hayan deshidratado.
Cuando todavía están templadas colocamos cada rodaja en una cavidad de una bandeja de hornear cupcakes para que cojan forma de flor. Dejamos que se enfríen por completo.
Al día siguiente desmoldamos el cheesecake, lo colocamos en una fuente o cake stand con cuidado porque la corteza es bastante delicada, y lo decoramos con las flores de piña, el mango en trocitos y unas hojas de piña.
Tengo que admitir que compré un coco pensando en utilizar unos gajos para decorar esta tarta, pero a la hora de la verdad, me dio una pereza partirlo... (confesión de domingo por la mañana), así que, aquí lo tengo ahora y no sé si lo usaré para otra receta o nos lo comeremos sin más porque su sabor nos encanta.
Otra de las cosas que me gustan de este cheesecake son "las flores o chips de piña" que he utilizado para la decoración. Están crujientes y tienen un intenso sabor a piña ya que al perder el agua, el sabor está más concentrado. Ya las había utilizado alguna vez para decorar algún postre y además de estar muy ricas, llaman la atención porque son muy vistosas.
No tiene mérito que yo diga que esta tarta de queso es una delicia porque además el cheesecake es uno de mis postres preferidos, así que fiaros de vuestra intuición y ya me diréis si os habéis podido resistir a prepararlo.
Este #RetoAlfabetoDulce promete ser de lo más tropical, ya he visto alguna de las recetas que me habéis ido enviando y... (hasta aquí puedo leer).