los hago desde hace años pero no muy a menudo porque son contundentes en cuanto a calorias y colesterol, y no te puedes comer uno solo, pero una vez al año no hace daño, y esa mantequita colorá que con el pan tostadito en el desayuno quita el sentio, bueno aquí les dejo la receta, yo advierto que son adictivos y quien avisa no es traidor.
Ingredientes
1K de panceta fresca,
1K de pella de cerdo o manteca blanca de cerdo,
4 cucharadas de orégano,
sal,
1 cabeza de ajos,
2 hojas de laurel,
1 vaso de agua,
1 cucharada sopera de pimentón dulce.
Yo he utilizado pella, se la podeis encargar al carnicero, pero con manteca blanca de cerdo se puede hacer perfectamente.
Trocear la pella o la manteca y en una cacerola grande poner a derretir.
Trocear la panceta en trozos grandecitos porque mengua mucho al freirla, echarle sal con generosidad pero sin pasarse.
Cuando se haya derretido bastante la pella echar la carne, el vaso de agua, el orégano, el laurel, y todos los dientes de ajo con la piel y un poco machacados, primero se coceran hasta consumir el agua y a partir de ahí se empezaran a freir. Remover de vez en cuando para que se fria por igual.
Cuando la carne haya cogido el color dorado apartarla del fuego y echar el pimentón, dejar que enfrie un poco.
Con una espumadera sacar los trozos de carne, ponerlos en una fuente y la manteca que queda colarla en un recipiente que aguante la calor, porque coge mucha temperatura.
A medida que se va enfriando se cuaja y coge el color rojo.
Yo lo advierto, no va a ser la primera vez que la hagais porque estan de muerte.