Por ejemplo los “Pies” salados, en este caso de Pollo y puerros, a ver si os gusta ;)
Ingredientes:
Masa base:
170 grs. de harina normal
100 grs. de mantequilla
1/2 cucharadita de sal fina
1 cucharadita de vinagre de vino
Agua helada(cantidad necesaria)
Relleno:
2 medias pechugas de pollo sin piel ni huesos
2 ó 3 puerros
200 c.c. de nata (crema de leche) de cocinar
Sal
Pimienta
Mantequilla
Instrucciones:
Lo primero que tenemos que preparar es la masa base. Para que quede perfecta los ingredientes han de estar muy fríos, por lo que procederemos de la siguiente manera:
Mezclamos harina y sal, tamizamos y metemos en una bolsa de plástico y al congelador.
Troceamos la mantequilla a daditos pequeños y al congelador.
Ponemos medio vasito de agua en el congelador.
Estos ingredientes los tendremos en el congelador durante media hora.
A continuación preparamos la masa. Podemos hacerla en un procesador ó a mano.
Ponemos la harina con la sal en un bol.
Le añadimos los cubitos de mantequilla y frotamos con la punta de los dedos para formar migas diminutas.
Una vez formadas las migas le añadimos 3 cucharadas de agua helada y mezclamos.
A continuación la cucharadita de vinagre y mezclamos.
Ya iremos añadiendo cucharadas de agua una a una y mezclando hasta que se junte todo. No hay que amasar mucho para no dar calor a la masa, sólo hasta que veamos que se junta todo y no quedan migas. Yo he necesitado en total 6 cucharadas de agua, pero cada harina es un mundo.
Hacemos una bola y envolvemos en film, reservamos en el frigorífico.
Preparamos el relleno:
Limpiamos los puerros y los cortamos a trozos grandes, sólo la parte blanca.
Limpiamos las pechugas y las troceamos del tamaño parecido a los puerros, aproximadamente. Las salpimentamos ligeramente.
Ponemos una nuez de mantequilla en una sartén amplia.
Salteamos los puerros dejándolos al dente, salpimentamos.
Le vertemos la nata (crema de leche) líquida, removemos.
Cuando empiece a hervir la nata (crema de leche) le introducimos los trozos de pollo, removemos y dejamos reducir durante unos 5 minutos. Reservamos. Y dejamos que se temple.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Preparamos el molde elegido. Yo he usado uno desmontable de 15 cms. y he hecho un sólo pastel del que da para 3 personas. Podéis hacerlos individuales que quedan muy bonitos.
No hace falta enmantequillar los moldes porque la masa lleva la suficiente mantequilla para que no se pegue.
Troceamos la masa en dos partes, enharinamos la mesa de trabajo y extendemos una de las masas hasta dejarla fina pero que no se rompa.
Forramos el molde por el fondo y las paredes hasta llegar al borde, recortamos el sobrante.
Pinchamos con un tenedor por toda la masa para que no queden bolsas de aire.
Ponemos todo el relleno.
Extendemos la otra parte de la masa y hacemos la tapadera. Recortamos y unimos los bordes dando bonita forma.
Con un cuchillo le damos un corte en cruz en el centro.
Pintamos toda la superficie con mantequilla derretida.
Horneamos hasta que esté dorado, el mío ha necesitado una hora en total.
Si vemos que se dora demasiado, sin haber terminado la cocción, podemos cubrirla de papel aluminio y dejarla el resto del tiempo.