Un mes más, los participantes del reto de Cocinas del mundo llegamos a nuestro destino internacional, que no es otro que Corea esta vez, o más bien "Korea" ;)
El buldak es un plato de pollo macerado en una salsa picante y es popular en los puestos de comida rápida callejeros de Corea. Hace unos años, algunos restaurantes empezaron a ofrecer este plato con la opción de queso fundido por encima, y es precisamente esa interpretación moderna del plato la que os traigo hoy. "Chijeu" significa "queso" en coreano, "bul" significa "fuego" y "dak" significa "pollo"; ahí tenemos la explicación del nombre ????. Para 2 comensales:
300 g de pechuga de pollo
3 dientes de ajo
1 cucharadita de jengibre fresco picado
2-4 cucharadas de copos de pimiento seco (gochugaru, hot pepper flakes)
1-2 cucharadas de pasta coreana de guindilla (gochujang, hot pepper paste; se puede sustituir por sambal oelek)
1/2 cucharada de salsa de soja
1 y 1/2 cucharadas de aceite vegetal
2 cucharadas de sirope de arroz (se puede sustituir por sirope de maiz, azúcar, miel, agave...)
1/4 de cucharadita de pimienta
125 g de mozzarella fresca
2 cucharadas de agua
1-2 cebollinos (o cebolletas) para decorar.
Opcional, como acompañamiento y para enriquecer la textura del plato, se pueden elegir 130 g de: pastel de arroz coreano (tteokbokki tteok; es lo que yo he usado hoy); tallarines de boniato coreanos (son grisáceos cuando están secos) y se parecen a los soba japoneses; tallarines udon o tallarines celofán, que quedan transparentes al cocinarlos.
La preparación:
1. Lo primero es preparar nuestra salsa para poner el pollo a marinar. Mezclamos la pasta de guindilla, los copos de pimiento, el sirope, el aceite y el ajo y el jengibre picaditos. Así obtendremos nuestra sabrosa salsa dulce y picante.
2. Cortamos el pollo en dados y lo impregnamos con la salsa que hemos preparado. Con 2 cucharadas de agua terminamos de limpiar el recipiente de la salsa y lo añadimos al pollo. Reservamos en la nevera durante 10-20 minutos.
3. Si vamos a acompañar el pollo con pastel de arroz o tallarines, aprovechamos ahora para prepararlos. Yo usé este tipo de pastel de arroz y los corté por la mitad para que el tamaño fuera bien con los dados de pollo. Ponemos agua a hervir, cuando hierva, introducimos la pasta. A los 6-8 minutos subirán a la superficie, como pasa con los ñoqui cuando están listos. Sacamos del agua y reservamos.
4. Para cocinar el pollo, tradicionalmente se usa una cazuela de hierro, pero también podemos usar una sartén corriente, que además hace la cocción más rápida. Calentamos una pizca de aceite en la sartén y cocinamos con tapa a fuego medio durante 6-7 minutos. Removemos un par de veces para que no se queme.
5. Pasado ese tiempo, añadimos los pastelitos de arroz, bajamos el fuego al mínimo y le damos otros 5 minutos de cocción, o lo que haga falta para que el pollo se termine de cocinar. Yo pasé los pastelitos por el cuenco de la salsa para aprovechar hasta la última gota.
6. Servimos entonces el pollo en una cazuelita apta para horno y coronamos con el queso. Le vamos a dar unos 5-10 minutos a 200º en el horno precalentado. Queremos que el queso se derrita. Si os aguantáis, dejad también que el queso tome algo de color. A mí me venció la impaciencia y lo saqué cuando todavía estaba bastante blanquito.
7. Mientras se funde el queso, cortamos finito el cebollino y/o la cebolleta, que añadirán color y frescura al plato. Yo usé una de cebollino y una de cebolleta.
8. Ya no queda más que espolvorear el verde por encima del queso y comer mientras está caliente. ¡Buen provecho!
* Para más estupendas recetas coreanas, os recomiendo esta página, que es donde yo aprendí a hacer este plato =)
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Bergua*