Mi madre cada vez que ibamos a su casa a Gijón siempre me decía "llévate la churrera"... pero una vez por otra... siempre se quedaba en Gijón.
A mi me daba miedo prepararlos, por que cuando era pequeña un churro reventó mientras mi madre nos los freía y me daba un poco de miedo prepararlos y por eso creo que no me decidía ni a comprar ni a traerme la churrera.
Pero el otro día vinieron a pasar el fin de semana a Lugo para estar con nosotros y los niños... y claro me trajo la churrera... y preparamos churros, a los enanos les encantaron.
Os pongo una foto de la churrera que tiene la friolera de 34 años.
Después de irse ellos los he preparado un par de veces más... y siempre con el mismo éxito.
Yo, siempre pensaba que la masa era difícil de hacer pero No... mas fácil imposible...
INGREDIENTES
1/2 kg de harina
1/2 litro de agua
Pellizco de sal
Aceite
Azúcar para espolvorear ( yo use azucar glass)
ELABORACIÓN
Ponemos el agua con el pellizco de sal a hervir.
Cuando empiece a hervir echamos el harina poco a poco mientras revolvemos.
Yo la pongo de poco en poco para que sea mas fácil revolver.
Cuando hayamos terminado de añadir todo el harina dejamos enfriar la masa.
Cuando la masa está fría la metemos en la churrera.
Hacemos un churro grande con toda la masa.
Luego con los dedos vamos partiendo la masa.
Yo cuando la parto, uno los dos extremos para que quede como un circulo, pero eso y aes opcional.
Ponemos abundante aceite a calentar.
Cuando empieza a echar humo vamos echando los churros, casi que con vuelta y vuelta es suficiente.
Cuando estén dorados los sacamos sacamos a un plato con una servilleta de papel para que el exceso de aceite se quede en la servilleta.
Espolvoreamos azúcar pro encima, en mi caso glass, pero eso va en gustos.
Espero que si los preparáis os gusten por lo menos tanto como a nosotros.