Esta receta es una de esas que llega a tus manos por el boca a boca…a través de un vecin@, de un amig@, de una tía o incluso un desconocid@ con el que has coincidido en la verdulería (comprando calabaza…) y la conversación ha llevado a intercambiar recetas.
Me encanta la calabaza asada, así que tenía claro que tenía que probar a hacer este bizcocho. Y podría decir que, de todas las recetas de bizcochos de calabaza que he probado hasta el momento, ésta es la que más me ha gustado: por su sabor, su textura, su jugosidad y su sencillez. No podría “darle calabazas“…
Por cierto, ¿sabes el origen de esa expresión?
Yo tampoco…pero he estado buscando y por lo visto, para explicar la relación entre el rechazo amoroso y las calabazas, nos tenemos que remontar a la antigua Grecia. Allí la usaban como alimento antiafrodisiaco, para eliminar el deseo sexual. Y esta aplicación se mantuvo con el tiempo… en la Edad Media utilizaban sus pepitas en las cuentas del rosario para eliminar los pensamientos sexuales de la mente.
Curioso ¿verdad?
INGREDIENTES
350 gr. calabaza asada
170 gr. azúcar de panela
3 huevos
110 ml. aceite de girasol
240 gr. harina de repostería
1 sobre de levadura ( o 3 de gaseosas)
9-10 nueces
azúcar y canela
ELABORACIÓN
Trituramos la calabaza asada junto con el azúcar.
Añadimos los huevos de uno en uno hasta que se integren bien.
Echamos el aceite sin dejar de remover.
A continuación, tamizamos la harina y la levadura y la echamos en dos veces.
Volcamos la mezcla en una bandeja forrada con papel de hornear.
Decoramos con las nueces y espolvoreamos un poco de azúcar y canela por encima.
Con el horno precalentado a 180º, hornear de 30 a 35 minutos.
NOTA
Es preferible utilizar calabaza asada pero, en su defecto, se podría cocer en el microondas. Habría que pesar unos 600 gr., pelarla y cortarla a trozos. Ponerla en un recipiente apto para microondas y taparla bien con film. Y luego, 15 minutos a máxima potencia.