Esta receta es fácil, pero requiere de muchísimo tiempo. Los codillos en carnicerías con el corte típico alemán suelen ser difíciles de encontrar pero los tenéis en grandes supermercados.
Es un plato típico de la cocina alemana que se conoce como Hachse, Hechse, Haxe, Hämsche, Bötel o incluso Stelze. En Alemania se encuentra la mayoría de las veces en salazón; en Berlín lo comen acompañado de puré de guisantes y en el sur de Alemania y en Austria lo cocinan normalmente al horno y lo suelen acompañar con chucrut.
Este codillo de cerdo asado al horno es una receta básica para cocinar codillo en la que se mezclan dos técnicas, ya que primero se cuece en olla a presión (unos 30 a 45 minutos) o una olla normal pero requerirá más horas (de 1 y media a 2), para que la carne quede tierna, y después se termina de preparar en el horno para conseguir ese punto doradito y crujiente de la piel y que la hace tan apetecible. En el horno estará otra hora y media o dos horas)
De guarnición podéis utilizar verduras y patatas, o únicamente patatas, ya sean horneadas pero también salteadas o incluso al vapor o chucrut (tambien lo venden preparado en lata) pero cualquier otra opción, incluso puré de manzana, le puede ir genial.
Si deseáis servirlo con salsa no hay que complicarse demasiado porque el propio codillo te la da. Se puede utilizar el propio caldo de la cocción para elaborarla, triturándolo con las verduras, y añadiendo después la grasa que suelta el codillo en su cocción al horno, y queda con una textura consistente y muy sabrosa. O bien utilizar directamente la grasa del codillo para servir con el acompañamiento, como lo veis en las fotografías que adjunto.
Ingredientes:
Necesitamos para esta receta (comen unas 3 personas por codillo):
Un codillo de cerdo con piel
1 cebolla, 1 tomate partido por la mitad y 1 zanahoria
Granos de pimienta negra
Sal
Especias al gusto (como tomillo, orégano, laurel…
Preparación
En una olla muy grande, echad el codillo con mucha sal, la cebolla, el tomate, la zanahoria y los granos de pimienta, y cubridlo con agua. Poned la olla al fuego a máxima potencia para hervir, bajándolo luego, y teniendo cuidado de que no rebose. Rellenad el agua siempre que baje del nivel del codillo. El tiempo de cocción será de 1 hora y media a 2 horas si no utilizáis una olla presión, en cuyo caso sólo requerirá de 30 a 45 minutos. Yo prefiero una olla convencional porque me gusta vigilar que se cuece por todos lados por igual, y pinchando de vez en cuando la piel para comprobar que haya perdido resistencia (debe quedar bastante blandito).
Precalentad el horno a una temperatura de 200º C y poned el codillo sobre la rejilla con la bandeja debajo, ya que suelta mucha grasa que después podréis usar para añadir a la salsa de acompañamiento.
Dadle la vuelta de vez en cuando para que se ponga dorado por todo su exterior. Cuando esté suficiente tiempo sobre un lado, veréis que ese lado se habrá tornado crujiente y, ayudándoos con un tenedor, le daís la vuelta. Mientras, la carne del interior se irá cocinando debidamente y adquirirá una textura muy suave.
Servidlo con el acompañamiento preferido que habréis preparado mientras se cocinaba el codillo.