Si te gustan las salsas, no te puedes perder la que vamos a preparar hoy.
Se trata de una sencilla salsa de tomate casera, mucho más rica y saludable de la que puedes encontrar en el súper, ya que está libre de colorantes, conservantes, espesantes y demás "antes".
La haremos espesita para que nos sirva de acompañamiento a pizzas, pasta, como base de la salsa boloñesa, incluso para untar el bocadillo o tostadas ya que le pondremos muy poco aceite.
Si te animas y haces cantidad incluso la puedes congelar o guardar en tarros para tenerla disponible durante todo el año.
Ingredientes
1 Kg 1/2 de tomate
1 cebolla
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal al gusto
Azúcar (1/4 cucharadita)
Preparación
Pela los dientes de ajo y la cebolla y pícalo todo bien finito.
Pon una sartén con un chorrito de aceite de oliva a temperatura media y, cuando esté caliente, incorpora los ajos y la cebolla y sofríelo todo removiendo de vez en cuando hasta que empiece a dorarse. Resérvalo.
Pela, corta los tomates y colócalos en una sartén al fuego. Sueltan bastante agua por lo que tendrás que ir quitando a la vez que los mantienes al fuego sin parar de remover, de esta manera te saldrá una salsa más espesa y rica.
Cuando veas que ya has quitado agua suficiente, añade la cebolla y los ajos que habitamos reservado y añade el aceite, sal y azúcar.
Mantén al fuego removiendo constantemente para que no se pegue hasta que veas que ha reducido su volumen bastante y que está espesita, a tu gusto. Si la tienes a fuego bajo, costara más tiempo hacerla pero sale mucho más rica.
Rectifica de sal y azúcar si lo crees necesario, metele la batidora y ya la tienes lista.
Si te has animado con la receta y quieres guardarla en tarros de cristal los encontraras de todos los tamaños entrando AQUÍ.
Y si lo que te hace falta es una buena batidora de mano para que la salsa te salga suave y cremosa tan solo tienes que entrar AQUÍ.