Esta es una compota, plato tradicional y rico, apropiado tanto de postre como de merienda.
Es también apta para estómagos delicados.
El membrillo tiene un alto contenido en fibra y un índice glucémico de 35, por lo que es apto para diabéticos.
Se puede hacer esta compota con **edulcorantes naturales, como la Stevia en polvo, viendo en las instrucciones del envase la equivalencia entre el preparado y azúcar blanca.
Le he añadido ramas de Estevia fresca, recién cortada, pues tengo una maceta y así le pongo menos azúcar, pero **no es necesario ponérsela si no la tenéis.
Para aprovecharlos, he hecho bastante cantidad y la mayor parte los he embotellado al vacío.
Ingredientes:
2 kg. de membrillos
400 g. de azúcar** o edulcorantes equivalentes
2 limones
1 rama de canela
4 clavos de olor
Varias ramas de Estevia**
Agua suficiente para que los cubra.
Lavamos los membrillos, los troceamos y los vamos poniendo en un recipiente grande que tendremos preparado con agua y zumo de un limón para que no se oxiden.
Preparamos una olla con azúcar, canela, el zumo del otro limón, clavos y la Estevia. Ponemos agua, a ojo.
Cuando tengamos troceados los membrillos los escurrimos, los echamos a la olla y entonces veremos si falta agua para cubrirlos.
Los cocemos primero a máxima potencia y cuando hierven, bajamos el fuego y los espumamos, tapamos y seguimos cocción hasta que el membrillo esté tierno, pero no demasiado, sobre todo los que vayamos a embotellar,
El tiempo puede variar, yo pondría unas 20 min.aproximadamente. Y a partir de ahí, vigilar el punto.
Con una cuchara de madera o espátula removemos para evitar que se peguen, cuidando que no se rompan los trozos.
Cuando estén tiernos, retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de servir.
Es conveniete colar parte del caldo, sobre todo quitarle las ramas de estevia.
A nosotros nos gustan caldosos, si los queréis tipo almíbar, se dejan cocer a fuego algo mas fuerte, en olla destapada.
Para conservarlos, preparamos botes de cristal con tapa, los esterilizamos, dejamos boca abajo para que se sequen y repasamos con un paño limpio las tapas, insistiendo en los bordes, que estén muy limpios y sin ningún rastro.
Llenamos los tarros con trozos de membrillo y los rellenamos del caldo de cocción.
Los tapamos herméticamente y los ponemos al baño María en una olla que los cubra de agua.
Cuando empiece a hervir contamos 20 minutos, los apartamos y dejamos que se enfríen para sacarlos, secarlos y guardarlos en un sito fresco y oscuro.
Se conservan durante meses.