Además, si te gusta el picante, te aconsejamos que la prepares, ya que sin lugar a dudas, querrás volver a cocinarla.
Ingredientes (4 personas)
1 kilo de caracoles congelados
1 conejo troceado en trozos grandes
12 trozos de chorizo de guisar
2 cucharadas de jamón serrano picado
1/2 cebolla
1 diente de ajo
4 cucharadas de tomate triturado al natural
1 cucharadita de pimentón
2 guindillas
1 vasito de vino blanco
Agua
Tomillo seco en rama
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra
Preparación
Primero, pelaremos y picaremos la cebolla y el ajo y los dejaremos reservados.
A continuación, salpimentaremos el conejo.
Pondremos en el fuego una olla con agua, sal y la rama de tomillo.
Cuando empiece a estar caliente, añadiremos los caracoles y los dejaremos cociendo. Poco a poco, a medida que se vaya formando la espuma, la iremos retirando.
Una vez estén hechos, los retiraremos y filtraremos y colaremos el agua de la cocción de los caracoles y la dejaremos reservada para usarla posteriormente.
Pondremos otra cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y añadiremos el conejo, dejaremos que se vaya dorando, por todos los lados. Cuando esté hecho, lo retiraremos y lo reservaremos.
En la misma cazuela en la que hemos dorado el conejo, añadiremos más aceite, agregaremos le cebolla y ajo, que teníamos reservados y dejaremos que se vayan pochando.
A continuación, incorporaremos el chorizo y el jamón y removeremos para que se integren.
Agregaremos el tomate triturado, junto con una pizca de sal y dejaremos que se vaya haciendo el sofrito.
Incorporaremos el pimentón y removeremos bien.
Añadiremos el vasito de vino y dejaremos que se vaya reduciendo el alcohol.
Agregaremos el conejo, los caracoles, junto con las guindillas y parte del agua de la cocción de los caracoles, que teníamos reservada
Añadiremos un poco más de sal y dejaremos a fuego bajo, hasta que termine de hacerse el conejo.
Pasados unos 10-15 minutos aproximadamente, ya tendremos nuestro plato preparado.
Esta receta está deliciosa, tanto el mismo día en el que la cocinamos, como al día siguiente. Si lo dejamos de un día para otro, su sabor será mucho más intenso, ya que se potenciará los sabores.
En el caso, que veáis que la salsa se queda espesa, podéis añadir un poco de agua.