A pesar de que soy choco-adicta declarada, no suelo utilizar el chocolate en las recetas saladas y eso que el resultado es delicioso porque a pesar de lo que puedas pensar, el toque dulce es muy leve por decir algo, en realidad casi ni se nota, y contrasta muy bien con carnes de sabor fuerte como toda la caza en general.
Yo he decidido hacer esta receta con conejo, que ya sé que tiene muchos detractores, pero la base es la misma para cualquier otro tipo de carne como ternera, perdices, codornices u otro tipo de caza. Así que quédate con la salsa y elige la carne a tu gusto.
Ingredientes:
- 1 conejo troceado
- 3 o 4 dientes de ajo
- 2 zanahorias
- 1 puerro
- 1 cebolla
- 1 vasito de jerez dulce
- 1 vasito de vino tinto
- 1 vaso de caldo de carne
- 50 gr. de chocolate negro
- sal y pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. Dora el conejo en una sartén con unos ajos sin pelar (luego los retiramos). Previamente lo habrás sazonado con sal y pimienta negra. Según se vaya haciendo lo iremos colocando en otra cazuela.
2. Retiramos los ajos y en el mismo aceite donde doramos el conejo, pochamos las zanahorias, el puerro y la cebolla todo a trocitos hasta que la cebolla esté hecha (la zanahoria se hará con el guiso).
3. Ahora añadimos el sofrito de verduras a la cazuela del conejo y añadimos el vaso de jerez, el de vino tinto y el de caldo de carne junto con la hoja de laurel. Dejamos hacer a fuego medio una media hora aproximadamente, hasta que veas que el conejo está tierno.
4. Mientras se hace el conejo, rallamos el chocolate y cuando el conejo casi esté hecho, lo añadimos a la cazuela y lo dejamos cinco o diez minutos, no más, removiendo bien para que se integre con la salsa.
La pinta es buena pero el sabor es muchísimo mejor y la salsa está para chuparse los dedos.
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