Hay platos con los que te chupas los dedos de lo buenos que está y otros porque te los comes con las manos. En este caso te los chupas por doble motivo, porque estas costillas asadas a baja temperatura están impresionantes. En el título pongo a baja temperatura, pero no tanto, porque hay recetas en las que se dejan durante 8 ó 10 horas en el horno, pero éste no es el caso. Las he hecho a 160º durante 2 horas, que es un tiempo más que prudencial y han quedado tan tiernas, que no hace falta cuchillo para cortarlas porque la carne se desprende sola del hueso. Es una comida típica de fin de semana en mi casa, así que las suelo poner en marcha nada más levantarme, luego desayuno tranquila, hago mis cosas y para cuando me quiero dar cuenta, ya las tengo hechas, apago el horno y luego las caliento un poco a la hora de comer, así de fácil. ¡Ah y no les añado nada de aceite, ni grasa!
COSTILLAS ASADAS A BAJA TEMPERATURA (para 4 personas)
Ingredientes
Un costillar de cerdo entero
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de vinagre balsámico
2 cucharaditas de pimentón de la Vera
1 cucharadita de comino molido
2 cucharaditas de hierbas provenzales
2 cucharaditas de sal marina
Un vasito de agua
3 cucharadas de ketchup (para engordar la salsa al final)
Patatas para acompañar
Preparación
Encender el horno a 160º arriba y abajo.
En un bol mezclar la miel, el vinagre, las especias y la sal, y hacer una pasta.
Untar el costillar con esta pasta por ambos lados.
Poner el costillar en la bandeja del horno con la parte convexa hacia arriba (vamos, formando un "puente"), acompañado de las patatas lavadas y sin pelar.
Dejar 1 y ¼ h y dar la vuelta, añadir el vaso de agua a la salsa. Cuando falten 15 minutos volver a darle la vuelta.
Apagar el horno.
A la hora de servir si vemos que la salsa está muy seca añadimos un poco más de agua y el kétchup y mezclamos con una espátula.
Mis hijos, adolescentes ellos, disfrutan como trogloditas con este plato tanto como con las alitas adobadas o el pollo asado.
Besos