Ya se sabe que las costillas no deberían formar parte de nuestra alimentación habitual por el alto contenido en grasas, máxime si se tienen problemas con el colesterol. Aún sin padecerlo, suele ser aconsejable consumir este tipo de carnes con moderación. Atendiendo a todo lo cual, el día que nos demos una alegría, tal vez podríamos consumirla de esta forma tan sencilla y rica.
INGREDIENTES: Entre 4-6 costillas por persona (dependerá del tamaño y del hueso), 2 zanahorias hermosas, 1 cebolla, 25 gramos de bacón, 50 gramos de pasas sin semillas, 2 vasos de vino blanco, 1 vaso y 1/2 de agua, una hoja de laurel, orégano, ajo en polvo, sal gruesa, 400 gramos de papas (patatas), 125 gramos de agua, 50 de leche sin lactosa (normal, de cabra, oveja o de soja, según puedan) y aceite.
ELABORACIÓN DE LAS COSTILLAS: dorar un poco las costillas, secar bien con papel absorbente y reservar. Cortar la verdura en tiras o bastoncillos, la cebolla puede trocearse toscamente. En una olla a presión pondremos unas gotas de aceite y pocharemos un poco las verduras. Acto seguido, incorporaremos la carne, las pasas, el bacón, la hoja de laurel, el orégano, ajo molido, sal, los vasos de agua y vino. Cerrar y programar según modelo. En la mía con 12 minutos ya está hecho, aunque yo prefiero ponerle diez, apagar y con el calor queda más tierna la carne.
ELABORACIÓN DEL PURÉ: Pondremos en la thermomix (válido para hacer de forma tradicional y triturar con brazo, mismo tiempo. Cuando comience a hervir, dejar a fuego medio) las papas, el agua y la leche, así como la sal (poca, que siempre hay tiempo de rectificar un plato soso, pero salado es más difícil). Programamos 25 minutos, velocidad 1 y temperatura 100ºC. Concluido el tiempo, esperar a que la temperatura baje un poco, incorporar un pequeño chorro de aceite de oliva y triturar durante 1 minuto a velocidad 4-5.
Montar el plato y disfrutar de la comida.