Al ser tan integrales, satisfacen mucho. La verdad es que te comes tres galletas de estas en una merienda o como parte de del desayuno y quedas lleno; además de mucho mas alimentado que con las galletas industriales y super procesadas que podemos conseguir en un supermercado.
En un bowl, cernir las harinas e incorporarles su salvado. Agregar sal y mezclar todo con una espátula o batidor de globo, para que las harinas se integren.
Colocar el agua en la hornilla para que se entibie y esté calentita. Abrir un hueco en el medio de la mezcla de harina y poner alli el huevo y el aceite. Con un tenedor remover ambos hasta que se unan. Luego poco a poco ir incorporando la harina del rededor y añadir el agua tibia. Con la espátula mezclar todo hasta integrar.
Con la mano terminar de integrar la masa. Esta va a quedar bastante pegostosa, no te asustes!!!, esa humedad la van a aboserver las harinas en el tiempo de reposo y va a quedar una masa manejable.
Se tapa y se deja reposar por espacio de 45 min.
Precalentar el horno a 170°C
Sobre la mesa de trabajo, espolvorear harina de trigo o harina de avena. Colocar la masa, amasar ligeramente y dividir en dos o tres porciones. Extender la masa sobre la mesa enharinada con un rodillo, hasta que alcance unos 3 mm de espesor. Con un cuchillo o cornet cortar los cuadrados del mismo tamaño. Colocar semillas o espolvorear con sal gruesa.
Llevar las crackers a una bandeja con papel de horno o con una silicona. Hornear hasta que esten doradas y firmes al tacto. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla para galletas. Almacenar en un tarro o lata con tapa hermética. Creanme!!!! no duran mucho ahi……
Fuente: este post proviene de Mariana Martínez. Cocina y Casa, donde puedes consultar el contenido original.
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