Las Graham crackers® son un tipo de galletas muy especiales que se comercializan en Estados Unidos. Se trata de unas galletas tremendamente populares en ese país, que habitualmente suele darse a los niños a modo de tentempie.
Estas crackers, que a pesar de su nombre nada tienen que ver con las galletas saladas con las que asociamos la palabra, fueron inventadas en 1829 por un reverendo presbiteriano, Sylverter Graham, como parte de lo que se conocía por aquella época como la dieta Graham. Con el fin de alejar los impulsos carnales, fuente de todos los males, este hombre se inventó una dieta hiper saludable y con ella estas galletas. Originariamente estaban elaboradas con una harina de trigo donde el salvado y el germen eran molidos de forma tosca y endulzadas con miel.
Hoy en día poco tienen que ver las Graham crackers® que siguen comercializándose, con esas originales. En gran medida se ha sustituido la harina integral por harina blanca y la miel por azúcares refinados. Aun así se trata de unas galletas de consumo muy extendido, tanto para comer solas como para utilizar en la base de muchos tipos de tartas americanas, como por ejemplo la buenísima cheesecake.
Si os doy mi opinión sincera, creo que las Graham crackers® están de vicio para comer solas, su toque suave de miel y su textura súper crujiente me han encantado. Preparar la base con estas galletas, para la próxima vez que prepare una New York cheesecake, está en mi lista de pendientes.
RACIONES: 35 ud.
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 30 minutos + frigo
GRAHAM CRACKERS® CASERAS:
250 gr. HARINA INTEGRAL
1 cdita. LEVADURA
1/2 cdita. SAL
65 gr. MANTEQUILLA
115 gr. AZÚCAR
1 HUEVO M
25 gr. MIEL
1 cda. LECHE
PAPEL DE HORNO
1.- Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que tengamos una crema de textura ligera. Es imprescindible que la mantequilla esté blandita para trabajarla.
2.- En un bol batimos el huevo, la leche y la miel, reservamos.
3.- En otro bol combinamos los ingredientes secos, la harina, la levadura y la sal.
4.- Combinamos la crema de mantequilla con los ingredientes secos y los líquidos de forma alterna hasta conseguir una pasta uniforme. La textura es muy pegajosa, por eso os aconsejo utilizar las manos lo mínimo necesario. Guardamos la masa, envuelta en papel transparente, durante no menos de 1 hora en el frigo.
5.- Dividimos la masa en dos partes para hacer dos hornadas. Sobre la encimera de trabajo colocamos una lámina de papel de horno. Colocamos encima una de las mitades y la cubrimos con otra hoja de papel de horno. Con un rodillo estiramos la masa lo más fina posible. Retiramos el papel superior y con un cuchillo o un cortapizzas dividimos la masa en las porciones de las crackers. Nos saldrán unas 16 unidades enteras.
Con la punta de un cuchillo hacemos los agujeritos propios de este tipo de galletas y, trasladamos el papel de horno con las galletas a la fuente de horno que vayamos a utilizar.
6.- Con el horno previamente caliente a 175ºC, horneamos las galletas durante 15 minutos hasta que estén bien doradas.
7.- Retiramos la bandeja del horno y trasladamos las galletas sobre el papel de horno colocándolo sobre una encimera. Se trata de mover el papel de horno con las galletas encima, sin moverlas, a una superficie de trabajo. Con un cuchillo o cortapizzas, cortamos las galletas siguiendo las marcas que hicimos antes del horneado. Dejamos que se enfríen las galletas antes de separarlas y retirarlas del papel. No os preucupéis, se separarán facilmente.
Repetimos la operación con la segunda mitad de la masa.