Son perfectas para los desayunos, pero a mí las galletas en general me gustan más para merendar o para picotear con el café de la tarde. Lo que viene siendo una merienda, vamos...
La fórmula de estas cream cheese cookies (o galletas de queso crema) es parecida a la de las galletas tradicionales de mantequilla, pero sustituyendo una parte de esta por queso crema -queso de untar, tipo philadelphia-. El resultado: unas galletas ligeramente abizcochadas, algo más suaves que las cookies.
Receta de las cream cheese cookies
115 g de mantequilla en pomada.
60 g de queso de untar
200 g de azúcar blanca
1 huevo talla M
280 g de harina.
30 g de Maicena.
Media cucharadita de levadura (tipo royal)
Una tableta de chocolate para postres.
Mezclamos la mantequilla, que estará en pomada*, con el azúcar y el queso. Podemos usar unas varillas, manuales o eléctricas, pero con las manuales se hace perfectamente.
Incorporamos el huevo cuando la mantequilla y el azúcar estén perfectamente integrados y continuamos batiendo.
Cuando tengamos una masa homogénea, añadimos la harina, la maicena y la levadura y trabajamos hasta obtener una masa que no se pegue a la superficie de trabajo.
Si hace mucho calor o la mantequilla estaba demasiado blanda, puede ser necesario guardar la masa unos minutos en el frigorífico o añadir una cucharadita más de harina.
Rallamos el chocolate y lo integramos a la masa de las galletas
Vamos tomando porciones y les damos forma: basta con hacer una bolita y luego aplastarla ligeramente al ponerla sobre la bandeja de horno forrada con papel parafinado.
Horneamos a 180º, calor arriba y abajo, durante 10 minutos aproximadamente, hasta que comiencen a dorarse los bordes.
Sacamos del horno y, con mucho cuidado, ponemos las galletas a reposar sobre una rejilla.
Hay que tener cuidado porque, al salir del horno, están aún blanditas y se pueden romper.Son unas galletas deliciosas que se conservan durante un par de semanas en una caja de lata. Si es que conseguís no coméroslas todas el primer día...
* ¿Qué es la mantequilla en pomada?
Se trata de la mantequilla normal, ablandada, hasta que adquiera una textura como de pomada, de ahí su nombre.
Al estar con esta textura, es más fácil de trabajar para algunas elaboraciones y, en concreto, para hacer galletas, nos permite mezclarla con el resto de los ingredientes con facilidad.
Lo habitual para conseguir que adquiera la consistencia de pomada es dejar la mantequilla a temperatura ambiente unas horas. Pero hay veces que se nos olvida. A mí, al menos, a veces se me olvida.
Pues bien, un truco: se calienta la mitad de la mantequilla en el microondas, sin que llegue a derretirse del todo y se mezcla con el resto de la mantequilla aún fría, trabajándola con un tenedor o con un batidor de huevos para que la parte caliente se integre con la fría y conseguir así, una textura idónea para hacer las galletas.
Si te gustan las galletas caseras que, dicho sea de paso, son mucho más ricas que las industriales y perfectas para pasar un rato en la cocina con los cachorritos, no dejes de ver estas:
Brookies
Galletas de avena. Sin mantequilla.
Galletas saladas de yogur y sésamo.
¡Feliz #díadelqueso!
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