A mí me ha tocado la castaña y aunque nos ha traído algún que otro pequeño quebradero de cabeza creo que es un ingredientes bastante versátil ya que se puede usar tanto en dulce como salado.
Como ingrediente principal en una crema o como parte de la guarnición o del relleno. En ciertas partes de Andalucía y Galicia es un ingrediente muy popular y se usa en guisos o incluso para bizcochos y tartas.
En mi caso sólo las había comido asadas pero me ha parecido una gran oportunidad genial para conocerla un poquito más. He elegido una crema de castañas salada ya que ahora con el frío vienen genial por las noches las sopas y las cremas. Yo no paro de prepararlas! Esta receta me ha gustado muchísimo y seguro que la repito algún día ya que tiene un toque diferente. Para darle un toque navideño he puesto aceite de trufa, pero es totalmente opcional. Para acompañar se me ocurren mil maneras: pistachos, pan tostado incluso salmón ahumado. Saqué la receta de la página de María Lunarillos como siempre con algún cambio, no le puse nata (crema de leche) para que quedara más ligera.
Ingredientes:
500 gr de castañas sin piel
400 ml de caldo de pollo
250 ml de leche entera
1 puerro muy picado
30 gr de panceta ahumada en trozos pequeños
1 chorro de vino blanco
1/2 cucharadita de tomillo seco
4 lonchas de jamón serrano
aceite de trufa
un puñado de nueces machacadas
aceite de oliva
sal
Preparación:
En una olla grande a fuego medio ponemos un chorrito de aceite y la panceta. Cuando veamos que la panceta ha soltado toda la grasa y no está muy tostada echamos el puerro y sofreímos hasta que esté hecho. Ponemos el tomillo seco, removemos y agregamos el vino blanco. Dejamos evaporar.
En ese momento echamos las castañas y el caldo de pollo que tiene que cubrir por entero las castañas (si vemos que falta agregamos un poquito más) y dejamos hervir unos 30 minutos o hasta que veamos que las castañas están blandas. Retiramos del fuego y lo pasamos bien con la batidora, ajustamos el espesor que deseemos con la leche (lo dejé bastante ligero). Volvemos a poner al fuego hasta que hierva y retiramos.
Mientras se termina de hacer la crema, hacemos el crujiente de jamón. Es muy fácil en el microondas. Ponemos sobre un plato, papel de cocina, encima las lonchas de jamón bien extendidas y que se toquen lo menos posible y por encima del todo otro papel de cocina bien apretado todo. Metemos en el microondas 45 segundos, comprobamos si está seco y sino ponemos periodos 10 segundos hasta que veamos que está seco. Cuidado que se quema rápidamente. Dejamos enfriar y cuando enfría se queda crujiente.
Sólo faltaría emplatar. Ponemos la crema y luego el jamón con las nueces y unas gotitas de aceite de trufa. Espero que os guste tanto como a mí!
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