Tampoco mucho que ganar. Me hago ilusiones, nada más
Guardo y guardo, pensando que un día podré olvidarme de todo, como se olvida uno de una mala película
Nunca lo conseguiré y aún así, sigo guardando el dinero como si de un tesoro se tratara
Acepto todos los encargos pensando en ese futuro que me espera. Qué creo que me espera
No conozco a nadie que lo haya conseguido. Tarde o temprano caen
Este es un mundo peligroso, no hace falta que lo diga
Nunca se empieza aquí. Siempre hay alguna guerra y cualquier gobierno dispuesto a pagar
No existimos. Nadie nos conoce. Hacemos el trabajo sucio de los que quieren seguir en el poder
Ellos no se manchan las manos. Yo y otros muchos, lo hacemos por ellos
Los que hacemos desaparecer tampoco son merecedores de halagos, pero en todas las guerras hay daños colaterales
Y todo por un quítate de ahí que me pongo yo
El poder, en mayúsculas
Cuando ya me cansé de matar lejos de mi casa, volví a Europa. Era lo único que sabía hacer
Ahora ya no tengo que estar apostado horas y horas en un edificio en ruinas, esperando mis objetivos
Aquí no me rodean bombas, minas y cascos azules que llegan cuando todo ha acabado
Aquí trabajo con trajes caros y elegantes. El fusil de largo alcance hace tiempo que lo dejé atrás
Ahora todo debe parecer un accidente. Nada de tiros, a menos que sea la única opción. la sangre es demasiado escandalosa y los que me pagan lo encuentran sucio
No es que tenga remordimientos, no es eso. Alguna vez, me perturban en sueños esos daños colaterales. La mirada de un niño en el último momento, una bomba en el lugar equivocado
Solo estoy cansado
Hubiera podido dejarlo hace ya tiempo. Quitarte un enemigo de en medio se paga caro y siempre hay nuevos rivales en el camino al poder
Pero siempre hay un último encargo
Los tipos a los que elimino son pura escoria. No son mejores que yo, podría decir que incluso son peores
Yo no me salvo, ya no hay nadie que pueda salvarme
Y sabiendo todo lo que sé, nunca me dejarán ir. Encontrarán la forma de eliminarme. La gente que me paga, nunca deja cabos sueltos
El día que me vean dudar, el día que no aparezca en el punto de encuentro...
Por eso sé, que por mucho dinero que tenga para retirarme, la opción de dejarlo y desaparecer es prácticamente nula
Podré cambiar de país, de nombre, de cara, pero algún día, alguien tan bueno como yo me encontrará
Yo sigo con ese sueño y sigo guardando y guardando
Aunque, me temo, que nadie permitirá que lo cumpla
Ni ese sueño, ni ningún otro
INGREDIENTES
4 patatas
1 pimiento rojo
1 cebolla
Caldo de carne o bien agua + pastilla de caldo de carne
Aceite
Pimienta
ELABORACIÓN
Cortar la cebolla y el pimiento en trozos pequeños
Pelar y cortar las patatas en trozos
En la cubeta poner un poco de aceite
Menú Cocina
Pochar la cebolla y el pimiento
Añadir la patata
Mezclar
Cancelar menú anterior
Cubrir con el caldo
Menú Cocina 10
Retirar de la cubeta a un bol
Triturar
Espolvorear con pimienta
Receta adaptada de la revista Love Cocina nº 63 pág.22