A la hora que es, tardísimo porque suelo publicar por la mañana, te traigo la merienda del finde para los niños y los no niños que se hace en un suspiro.
Estos croissants de hojaldre están ricos con cualquier relleno, dulce o salado. Los puedes hacer del tamaño que quieras, minis o un poco más grandes como los míos y dependiendo del tamaño tendrás que dividir la plancha de hojaldre en más partes. Aunque puedes usar una lámina rectangular, te aconsejo una redonda porque es mucho más fácil hacer los triángulos.
He de reconocer que he puesto demasiado relleno, y a lo mejor no salen con una forma perfecta, pero oye, lo que cuenta es el sabor, y es que puestos a rellenarlos mejor que se note y no sólo encontrar una triste lonchita de jamón y una pizquita de queso porque al final acabas comiendo solo hojaldre... bueno, esa es mi opinión, pero que cada uno lo haga como más le apetezca.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre redonda (para 4 croissants)
- jamón de york
- queso en lonchas
- 1 huevo batido
Elaboración:
1. Corta la plancha de hojaldre en cuatro partes iguales.
2. En cada triángulo dispón una o dos lonchas de jamón york (dependiendo del tamaño) y media loncha de queso. Deja libre de relleno el vértice para que se pueda pegar bien al enrollar.
3. Enrolla desde el lado curvo y cuando tengas el "rulo", retuerce los lados un par de vueltas. Luego les das la forma de cuerno o los dejas rectos, como quieras.
4. Pinta los croissants con huevo batido. Enciende el horno a 200ºC y cuando esté caliente, mete los croissant aproximadamente 20-25 minutos hasta que suban y se doren.
Riquísimos, sobre todo recién hechos!
¡Que tengas un fantástico fin de semana!
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