Ingredientes:
- 75 gramos de calabacín rallado.
- 5 quesitos.
- ¼ de cebolla.
- 75 gramos de aceite de oliva virgen extra.
- 75 gramos de harina.
- 300 mililitros de leche.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Aceite para freír.
- Sal y pimienta.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es rallar el calabacín, también lo podéis dejar en trozos pequeños, pero era una forma de que los peques apenas lo sientan. Le podéis dejar la parte verde o no, en este caso se la quite para que no lo viera.
Ponemos el aceite en la sartén y echamos la cebolla cortada en trocitos pequeños y cuando comienza a cocinarse añadimos el calabacín y dejamos que se cocine de 10 a 15 minutos. A continuación, añadimos la harina y la dejamos durante cinco minutos hasta que veamos que esté cocinada. Luego vamos añadiendo cazos de leche templada para realizar la bechamel.
Cuando tengamos una bechamel que se despega de las paredes de la cacerola añadimos los quesitos cortados en trocitos para que se deshagan un poco, aunque los podéis dejar en cachos grandes como más os guste. Salpimentamos y sacamos la bechamel a un plato para que se enfríe. Luego la pasamos a la nevera.
Transcurridas unas horas, la vamos pasando por huevo y pan rallado y las freímos en abundante aceite caliente y ya están listas para servir. Las podéis acompañar con la salsa que más os guste, en este caso he empleado mayonesa.
Tiempo de preparación: 45 minutos.
Gasto: 3 euros.
Raciones: 15 croquetas.
Dificultad: Media.