¿Qué ingredientes necesitamos para hacer las croquetas de espinacas y piñones?
50 g de mantequilla.
50 g de harina.
400 ml de leche.
Un puñado de espinacas cortadas en tiras finas.
2 cucharadas de piñones partidos por la mitad.
Sal.
Pimienta.
Nuez moscada.
2 huevos.
Pan rallado.
Aceite para freír las croquetas.
Elaboración
Rehogamos las espinacas y los piñones hasta que las espinacas estén blanditas y reservamos.
En una cazuela derretimos la mantequilla a fuego lento y añadimos la harina hasta que esté bien incorporada a la mantequilla.
Echamos la leche previamente calentada a nuestra masa anterior y removemos todo muy bien hasta que se vaya haciendo una masa homogénea y sin grumos.
Aderezamos con sal, pimienta y nuez moscada al gusto e incorporamos las espinacas y los piñones. Removemos todo bien hasta que la bechamel no se pegue en la cazuela.
Extendemos la masa de las croquetas en un plato llano para que se enfríe antes y la dejamos reposar a temperatura ambiente.
Una vez se haya templado, comprobamos con un pedazo de masa que podemos moldearla con las manos. Si no es así, la dejamos reposar un poco más. Yo suelo dejarla un par de horas máximo.
Cuando ya esté lista cogemos porciones con una cuchara y hacemos la forma de la croqueta, la bañamos en huevo batido y la pasamos por el pan rallado. Y así con el resto de la masa de las croquetas.
Por último, freíamos las croquetas en aceite y las dejamos reposar en un plato con una servilleta. La servilleta se impregnará del aceite sobrante de la croqueta y eso que nos quitamos de grasa.
Y sólo os puedo decir que las disfrutéis mucho. Si queréis ver más opciones de croquetas un poco más curiosas os sugiero esta receta de croquetas de setas o esta otra de croquetas de calabaza y canela con nueces.
¡Gracias por leerme!