El otro día abriendo un cajón los vi y me entraron unas ganas locas de estrenarlos.
En realidad los cupcakes son eso, unos pastelitos en una taza, así que podríamos decir que he hecho los auténticos cupcakes.
Para esta ocasión he elegido unos cupcakes tradicionales de chocolate (muy propios para servir en una taza) con una buttercream de chocolate blanco.
Ingredientes
180 gr. de harina
1 cucharadita y media de levadura
115 gr. de mantequilla
220 gr. de azúcar
3 huevos
40 gr. de cacao en polvo sin azúcar (yo uso Valor)
120 ml. de leche semidesnatada
1 cucharadita de extracto de vainilla
Precalentamos el horno a 180º.
Tamizamos la harina con la levadura y el cacao y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y se integre perfectamente. A continuación añadimos los huevos de uno en uno.
Echamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja (sino los cupcakes quedarán duros) hasta que se integre. Añadimos la leche y la vainilla y seguimos batiendo, incorporando a continuación el resto de harina y batiendo hasta que la mezcla sea homogénea.
Repartimos la masa en las tazas de silicona y horneamos aproximadamente unos 25 minutos. Los sacamos del horno y dejamos que se enfríen.
Buttercream de chocolate blanco
250 gr. de mantequilla
250 gr. de azúcar glass
2 cucharadas de leche
150 gr. de chocolate blanco
Colorante en pasta rosa
Cerezas en almíbar
Derretimos el chocolate en el microondas y dejamos que se enfríe un poco.
Mientras en el vaso de la batidora ponemos la mantequilla con el azúcar glass tamizada. Batimos primero a velocidad baja y posteriormente subimos la velocidad y batimos unos 5 minutos. Añadimos el chocolate derretido y seguimos batiendo hasta que se integre perfectamente. Añadimos el colorante para obtener el color deseado.
Decoramos con una boquilla 1M de dentro hacia fuera para hacer una rosa. Y adornamos con una cereza en almíbar.
Me parecen una monada estas tacitas para hornear los cupcakes, no para hacerlas todos los días pero sí cuando queramos una presentación distinta.
Incluso si tenéis tazas de loza que se puedan meter en el horno sería posible utilizarlas igualmente.