Por cada gota de dulzura que alguien da, hay una gota de amargura menos en el mundo (Madre Teresa de Calcuta)
Entre los naranjos, la luna lunera, ponía en su frente la luz de azahar y cuando apuntaban las claras del día llevaba reflejos del verde olivarAntonio Vargas Heredia, flor de la raza calé, cayó el mimbre de tu mano y de la boca el clavel. De Puente Genil a Lucena, de Loja a Benamejí, las mocitas de Sierra Morena se mueren de pena llorando por ti..
Siento un nudo en la garganta que duele, mientras las lágrimas fluyen por mi mejilla que casi me impiden seguir; entono aquella vieja copla que ella cantaba con tanta pasión; de Puente Genil a Lucena, de Loja a Benamejítal y como entonaba la gran Imperio Argentina en la película “Carmen la de Triana”; ése nudo, ésas lágrimas por ella, por mi madre quien se nos fue tan joven, un día 8 de Noviembre y a quien recuerdo mientras canto ésta vieja canción y cocino dulce de membrillo.
Suena mi voz trémula, anudando sentimientos, vivencias y recuerdos, como si fuera la de ella, son momentos duros y a la vez maravillosos, que me hacen sentir que la siento a mi lado. Mi madre cantaba mientras cosía, mientras limpiaba, mientras cocinaba aquellas coplas flamencas que cuando las recuerdo, cuando suenan o las canturreo aún me parece escuchar su melodiosa voz.
Añorando sus besos, sus abrazos, su sonrisa eterna que guardo en la maleta de recuerdos por guardar en que se convirtió ésta “Mi Cocina” virtual; un lugar que me ayuda a revivir la llama de éste rincón de mi memoria lleno por y de ella, de mi madre. Momentos de mi vida que nunca podré ni quiero olvidar, imborrables que siempre guardaré también en mi corazón.
Porque aquellas canciones, su voz, las melodías que un día me hicieron vibrar, no pueden borrarse ni caer en el olvido. Máxime si van acompañadas de aromas y sabores, como ésta receta de hoy: dulce o carne de membrillo.
Voy preparando todo lo necesario, como ella, para hacer dulce de membrillo y descubro que nada ha cambiado, sólo que ella no está a mi lado, que no es su voz la que suena, es la mía; pero que todo vuelve a ser y a sonar como si fuese ella quien entona “de Puente Genil a Lucena, de Loja a Benamejí.....”
Ella también los utilizaba para aromatizar los roperos, le encantaba tal cual, crudo, como cualquier otra fruta, a pesar de su aspereza a la hora de comerloY yo quise que mi suegro, un genial artista, pintor malagueño los plasmara en un cuadro que tengo en mi cocina real.
He podido leer que ésta fruta ya se cultivaba en Babilonia 4.000 a.C. Me ha llamado la atención saber que los griegos lo consideraban una fruta sagrada, simbolizaba el amor y la fecundidad siendo consagrada a Afrodita, la diosa del amor.
El membrillo tiene un aroma fresco, penetrante, siendo su apariencia de un suave color amarillo con irregularidades en la piel. Se le conocía como “fruta de oro”nombre que se atribuyó al clásico escritor Ovidio.
Con los membrillos se prepara el dulce o “carne”de membrillo" tan tradicional en Málaga, en toda Andalucía, típico de Puente Genil (Córdoba) . La receta ya era publicada en “El primer libro de cocina malagueño” publicado en 1807, un tesoro que guardo en mi cocina.
La carne de membrillo o dulce de membrillo no es más que una pasta resultante de la cocción del membrillo, previamente pelado y troceado, mezclado con azúcar a partes iguales, siendo el origen de su receta en la gastronomía sefardí.
Es más sólido que una compota, de fácil elaboración, se conserva muy bien y es ideal para acompañar quesos y frutos secos. No existe una época del año que sea específica para su degustación, aunque es propio del otoño, ya que la recogida del fruto tiene lugar a partir de Septiembre y dura hasta el mes de Febrero.
Generalmente se suele presentar en tarrinas cuadradas, pero en ésta ocasión quise darles formas divertidas, en trozos pequeños, casi individuales a fin de alegrar su presentación en la mesa.
Sigo cantando y poco a poco, sigo sus pasos para hacer dulce de membrillo, tan típico, tan tradicional de Puente Genil ése blanco pueblo cordobés que nombraba en la canción y que tanto nos gustaba.
¿CÓMO LA HICE?
INGREDIENTES (no indico cantidades porque irá en proporción de la cantidad de carne de membrillo que deseen realizar):
Membrillos, azúcar y agua. (el azúcar será el mismo peso que de membrillo una vez pelado y sin semillas)
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar los membrillos, cortar en trozos y retirar las semillas.
Poner los trozos de membrillo en un cazo a cocer, dejando a fuego medio hasta que estén bien tiernos (pinchar con un tenedor para comprobar que estén blandos).
Cuando estén bien cocidos, escurrir el agua dejando un poco en el fondo de la cacerola. Incorporar el azúcar (recuerden el mismo peso en azúcar que de membrillo) y dejar cocer unos minutos sin dejar de remover.
Retirar del fuego, triturar con la batidora de forma que quede un puré muy fino.
Volver a poner la cazuela en el fuego y dejar cocer a fuego suave removiendo continuamente para que no se pegue al fondo.
Cuando tome un color dorado oscuro y comience a despegarse de las paredes, retirar del fuego e ir volcando en los recipientes.
Tradicionalmente de loza o cristal. (Yo en ésta ocasión en moldes de silicona).
Tapar y dejar reposar dos o tres días en lugar fresco. Pasado éste tiempo, desmoldar y disfrutar.
¡¡ Va por y para ti Carmen ¡! Por ésas gotas de dulzura que me has enviado éste fin de semana, con tu emotiva entrevista que me has realizado para tu grupo gastronómico vía redes sociales.
Carmen es todo dulzura, una gran bloguera gastronómica, autora de un magnifico blog, vamos es “CARMELA EN RAMA”