Como elaborar membrillo casero con nueces
Empezamos la semana con una receta dulce y de temporada, ésta de membrillo casero con nueces caramelizadas. Ha costado pero el otoño ya se ha dejado sentir, hasta hace unos días me daba cierta pereza preparar recetas propias de ésta estación, pero ha sido poder quitarme la ropa de verano y apetecerme ponerme manos a la obra y cual hormiga hacer un fondo de despensa para el invierno.
En mi casa es un clásico cuando llega el otoño y en la fruterías se llenan con éste fruto, preparar dulce de membrillo, es de esas tradiciones que me encanta mantener, aunque debo confesar que éste año pensaba resistirme a ellos, por aquello de la dichosa dieta, pero cuando mi amiga Bea me regaló éstos magníficos membrillos hace unos días, mi buenas intenciones dieron al traste.
No obstante y a pesar de lo dicho, quiero seguir con éste tipo de recetas que han caído un poco en el olvido, me resisto a dejarlas desaparecer, son muy ricas y están muy ligadas a nuestra gastronomía y a nuestra cocina mas tradicional.
En ésta ocasión, he preparado un dulce de membrillo menos denso, con un punto mas cremoso y he puesto un cruch delicioso con unas nueces que he caramelizado previamente al estilo cantones y que pasados varios días siguen igual de crujientes, sin humedecerse.
IMPRIMIR
INGREDIENTES
1 Kg. Membrillos
800 g. Azúcar
2 Palos de canela
Nueces caramelizadas
100 g. Nueces peladas
100 g. Azúcar
50 g. Agua
Aceite de girasol
ELABORACION
La noche anterior a preparar el dulce de membrillo, los lavamos muy bien eliminando el polvillo que los recubre y cualquier resto de impureza de la piel. Secamos, pelamos reservando la pieles para preparar jalea y retiramos las pepitas y el corazón.
Cortamos los membrillos en trozos pequeños, los ponemos en una cazuela, añadimos el azúcar y las ramas de canela. Tapamos y dejamos reposar unas horas.
Preparamos las nueces con antelación, para ello las lavamos bajo el grifo y las ponemos a cocer en un cazo con el azúcar y el agua durante 8 minutos. Sacamos las nueces del almíbar y las extendemos sobre un papel de hornear. Dejamos enfriar.
Ponemos aceite de girasol en una sartén y cuando éste comience a humear freímos las nueces con cuidado de no quemarse. Sacamos, extendemos y dejamos otra vez enfriar. Reservamos.
Al día siguiente, llevamos al fuego la cazuela con los membrillos troceados y cocinamos a fuego lento alrededor de 50 minutos o hasta que se ablanden y caramelicen.
Apartamos del fuego, retiramos la canela y trituramos el membrillo. Volcamos sobre unos táperes previamente untados con un poquito de aceite de girasol y cubierto el fondo nueces caramelizadas.
Tapamos con papel film en contacto con el dulce de membrillo para evitar que forme costra. Una vez frío conservamos en nevera.
No conviene pasarse con el punto de cocción para evitar que el dulce de membrillo salga duro ya que al enfriar endurecerá. Para conseguir este tono rojizo, hay que dejar que los membrillos se oxiden, para ello es imprescindible trocearlos la noche anterior y dejarlos en reposo unas horas con el azúcar. De ésta manera se macerarán y obtendremos un delicioso almíbar en el que se cocinaran, sin tener que añadir agua y evitaremos también las molestas salpicaduras.
Espero que os haya gustado, feliz semana.