La palabreja la sacó a la conversación mi cuñada Isabel y, como no la conocía, me puse a investigar. Pese a ese rimbombante nombre anglosajón en realidad se están refiriendo a la cocina más tradicional y ocurrente, consecuencia de los tiempos de crisis. Estamos hablando de sacar el máximo partido a los alimentos y utilizar absolutamente todo lo utilizable en la cocina, desde los tallos de la cebolla tierna a las sobras de comidas.
Trash cooking = aprovecharlo TODO
Hay un dicho en mi pueblo que reza: “Del porc hasta la cua es bona” (del cerdo es bueno hasta el rabo) y ilustra el hecho de que de este animal se aprovecha absolutamente todas sus partes. Este dicho refleja muy bien el interés en aprovecharlo todo, basados en la necesidad. Esta inquietud se ha transmitido durante generaciones en las épocas más duras, pero en los años de abundancia se ha cocinado sin ningún tipo de interés por el aprovechamiento de los alimentos. Desde las verduras hasta las carnes, en las épocas de bienestar económico hemos buscado la comodidad de los productos ya limpios, cortados y fileteados, preparados para su uso y que los presentan embolsados o en bandejas.
En el mercado encontramos infinidad de productos ya preparados para cocinar. Todo es práctico, rápido, limpio… y también más caro. La comodidad tiene un precio y además dejamos de aprovechar parte del producto cuando lo adquirimos preparado: por ejemplo la carcasa del pollo, etc. que nos puede servir de base para un caldo.
Ideas para aprovechar los alimentos en su totalidad
La peladura de los calabacines. Se puede cortar en finas tiras que se saltean con un poco de ajo, aceite de oliva y sal para acompañar y decorar platos de pescado por ejemplo. También se puede cortar el calabacín con su piel para un salteado, aprovechando todas sus propiedades alimenticias, o degustarlas en crudo, como guarnición de una vinagreta con verduras y unos trocitos de manzana.
Las cáscaras de cítricos, bien lavadas, son muy útiles para caramelizar, deshidratar y aromatizar azúcar. También se aprovecha la ralladura de las cáscaras en bizcochos, tartas, etc.
Las hojas de nabos son un ejemplo de este empleo de productos de desecho. Son muy utilizadas en la cocina gallega como ingrediente de sus potes, cocidos con patatas y cocidos de garbanzos.
Y otros muchos…
Sobras de alimentos que se reutilizan
Es la técnica del aprovechamiento total: inventar nuevos platos con lo que nos ha sobrado del día anterior (sobras de carne asada, arroz, pasta, etc.).
Si te faltan ideas, siempre puedes recurrir, por ejemplo, a este libro de cocina con sobras editado por Cogersa, “Resaborea, 40 recetas sin desperdicio”, en donde te ofrecen cuarenta recetas para aprovechar tus sobras y que te puedes descargar gratuitamente en la red.
Algunas ideas para cocinar con sobras:
Las sobras de pollo asado son siempre muy versátiles: pastel de verduras con pollo, croquetas, arroz, etc.
Sobras de pan: para preparar algunas sopas, un pudin, etc.
Sobras de carne asada: pasteles de carne, albóndigas, etc.
Sobras de lentejas para hacer un puré.
Sobras de patatas hervidas: perfectas para hacer unas hamburguesas de atún con bacon o una ensalada de patata.
Sobras de cocido: croquetas, ropa vieja, albóndigas, etc.
Receta ropa vieja:
Sobras de cocido (garbanzos, carne, jamón, patatas, zanahorias, chorizo…)
1 cebolla
2 o 3 dientes de ajo
Pimentón dulce
Aceite
Picar a cebolla y el ajo finamente y sofreir en una sarten con un poco de aceite. Añade una cucharada de pimentón dulce y mezcla bien.
Seguidamente se añade los restos de cocido en trozos pequeñitos. Déjalo cocer unos diez minutos y ya estará listo.
Sencillo, sencillo…