Hoy os vamos a contar el paseo que hicimos por la gastronomía castellano manchega (más concretamente toledana) en el restaurante El Carmen de Montesión de la mano del chef Iván Cerdeño.
El restaurante está situado en una urbanización de Toledo, algo aislado; el que va a este restaurante no lo ha encontrado por casualidad, se ha preocupado de buscarlo y, ojo, ¡merece la pena hacerlo!
La cocina de El Carmen de Montesión evoca tradición, platos con todo el sabor de los productos de la tierra con los que realizan las elaboraciones más típicas con una visión actual, utilizando técnicas y texturas que hacen que los platos sean mucho más elegantes y potencien aún más los sabores e impresionen creando nuevas sensaciones en el comensal.
La sala es grande y sobria, mesas grandes y vestidas con mantel. Cuentan con una gran terraza para los meses más cálidos.
Para comer puedes elegir entre varios menús, nosotros nos decidimos por el menú degustación de temporada, el mayor de todos ellos y el más creativo; queríamos conocer todas las propuestas de Iván y su equipo para la temporada.
El menú, la memoria y su entorno, comienza con pequeños bocados que te acercan a los sabores y aromas de la cocina de raíces de la que vamos a poder disfrutar en toda nuestra velada.
Comenzamos con el crujiente de almortas y cocktail de zanahoria, un bocado con mucho sabor a azafrán.
En un menú en el que los productos manchemos son los protagonistas no podía faltar el queso, queso frito con limón. Un bocado con una textura muy aérea y con mucho sabor.
Sorprende la vuelta que le da Iván Cerdeño a la sopa de ajo con este bollito de sopa de ajo que, cuando muerdes, llena la boca de un estupendo caldo pareciendo que te hubieses tomado una cucharada de esta sopa.
No nos generó tantas sensaciones el croissant de setas, aún siendo un bocado muy rico.
El jugo de carabinero es el snack que rompe la regla y no esconde sabores de la tierra. En él encontramos una magnífica ejecución de un buñuelo que encierra un delicioso fondo de carabinero.
Nuestro menú no incluía las tan aclamadas croquetas de El Carmen de Montesión, pero no pudimos resistirnos a pedirlas para probar ese bocado. Una textura magnífica y mucho sabor.
Comenzamos utilizar los cubiertos con un plato muy tradicional, el atascaburras, en una versión tan elegante y con una estética tan bonita que nadie adivinaría lo que realmente es sin probarlo. Lo que suele resultar un plato basto en esta cocina lo transforman en una receta muy sutil e incluso ligera y con mucho sabor.
Probamos un mar y montaña muy original y diferente, ciervo toledano y quisquilla. Tuétano de ciervo, con esa textura melosa que acompañan con unas crujientes quisquillas y un bocado extra con un meloso guiso de ciervo.
Continuamos con el cangrejo Jackeline, guiso de cangrejo escondido en una ligera y cítrica crema.
Un plato que incorporaba un caldo con muchísimo sabor y textura fue el de coles de nuestra huerta de Olías. Acompañando este caldo, realizado con la verdura; encontramos diversas coles que dan textura al plato.
Con la perdiz a la toledana volvemos a encontrar un plato muy tradicional en el que se mezclan diferentes texturas y una ejecución que incorpora diferentes técnicas.
Llega a nuestra mesa un bacalao en papillote, muy bueno el punto del pescado que se acompaña con un guiso de setas.
Llegamos a la fase más contundente del menú, tres platos con caza, carnes con mucho sabor que en este restaurante tratan de una forma exquisita. Tres platos muy diferentes entre sí, comenzando con unas albóndigas de torcaz, foie gras y caldo de lentejas en el que se combinan texturas suaves y sabores potentes; seguimos con un divertido y delicioso salmís de media veda en un bollito al vapor; y finalizamos con una liebre guisada de una magnífica ejecución. Tres platos con mucho sabor que nos acercan a la tierra castellano manchega.
Albóndigas de torcaz, foie gras y caldo de lentejas
Salmís de media veda
Liebre guisada
Después de estos contundentes y sabrosos platos de caza le llega el turno a los postres. La bizcochada de limón es una estupenda forma de adaptar nuestro paladar al mundo dulce.
El último plato del menú fue el chocolate y castañas, el chocolate siempre es una buena opción para cerrar una cena, un postre con diferentes texturas y que te deja con un gran sabor de boca.
El servicio en sala es atento y agradable, quizá demasiado serio o quizá yo soy demasiado gamberra. El ambiente de la sala es relajado y nada ruidoso, permitiéndote disfrutar de la conversación y compañía de las personas con las que compartes mesa.
Si conocéis la cocina castellano-manchega seguro que muchos de los platos de El Carmen de Montesión os hacen recordar sabores y sensaciones que ya hayáis vivido y, a su vez, conseguirán sorprenderos. Y si no la conocéis...a que esperáis!!
Restaurante El Carmen de Montesión
Urbanización Montesión
Calle Montesión, 107, Toledo
Teléfono: 925 22 36 74
Precio medio: 80-100
Nos vemos en la próxima Evasión!