El año pasado, también de lleno en el espíritu navideño, nos escapamos un fin de semana a Colmar, en Alsacia, para visitar su mercado y hacernos con productos típicos y regalos. En la zona los mercados de navidad son todo un evento y todos los años reciben miles de visitantes, así que todo está preparado desde finales de noviembre. El centro de Colmar es como de cuento, así que todo ayuda a crear más ambiente.
Hay tres áreas de mercado diferentes, repartidas entre distintas plazas y, por supuesto, se puede caminar de uno a otro. Los puestos están más o menos divididos por temática, con una parte más centrada en artesanía y otra más en alimentación. Aun así, los puestos en los que comprar bretzels y vino caliente están por todas partes en caso de que se necesite hacer una parada técnica. El sábado por la mañana también aprovechamos para ver el mercado cubierto, que abre todo el año, y es todo un mercado gourmet, con productos de la zona o especialidades de otras partes de Europa.
Por las noches, cuando el mercado cierra, los restaurantes se llenan y es algo difícil encontrar una mesa sin haber reservado antes. La primera noche pudimos disfrutar sin problemas, pues llegamos de viaje un poco tarde y disfrutamos de una choucrute alsaciana para chuparse los dedos, pero tanto el sábado para cenar como el domingo para comer lo tuvimos un poco más complicado. Como de costumbre, tengo una lista en Foursquare con los sitios en los que estuvimos.
Para cerrar el viaje, a la vuelta decidimos parar en Reims para estirar las piernas y nos llevamos una pequeña sorpresa: justo cuando pasábamos frente a la catedral empezaba el espectáculo de luces, así que nos quedamos a disfrutarlo antes de ponernos otra vez en marcha.
Espectáculo de luces: 10, calidad de la cámara del móvil: 0.
¿Y vosotros? ¿Disfrutáis de los mercados de navidad? Yo este año me quedo con los de París, pero ya estoy buscando recomendaciones para el año que viene, así que si sabéis de alguno que sea especialmente bonito, soy toda oídos.
¡Feliz navidad!