Primero prepararemos la masa, para lo que necesitaremos:
250 g de harina
1 cucharada de levadura química (unos 7 g)
50 g de mantequilla
1 huevo
1 chorrito de vino blanco (unos 10 ml)
100 ml de agua
Sal (una pizca)
Tamizamos la harina con la levadura. Añadimos la sal, el huevo, el vino y la mantequilla y vamos amasando. Incorporamos el agua caliente y vamos haciendo una bola de masa hasta que se despegue del molde en el que estamos amasando, incorporando un poco más de harina si lo vemos necesario. Dejamos la bola reposando una media hora tapada con un paño.
Vamos preparando el relleno:
1 cebolla
1 pimiento verde
1 paquete de salchichas cocidas (o dos si queremos más carne)
100 ml de salsa de tomate
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
En una cacerola cubrimos el fondo con aceite y rehogamos la cebolla y el pimiento verde con un poco de sal hasta que las verduras estén blandas. Picamos las salchichas en rodajas finas e incorporamos a la cacerola. Seguimos rehogando y añadimos la salsa de tomate y un poco de pimienta. Dejamos que los ingredientes se mezclen bien.
Precalentamos el horno a 190º C y forramos un molde con un poco de mantequilla o aceite. Cortamos la bola de masa en dos trozos y extendemos uno hasta que tenga medio centímetro de grosor, y lo colocamos en el molde dejando los bordes que sobresalgan. Ponemos el relleno y lo extendemos con una espátula para que quede uniforme. Hacemos la misma operación que antes con el otro trozo de masa y lo colocamos encima, cerrando con los bordes que sobresalen de la capa de abajo y un poco de agua. Pintamos toda la superficie con un poco de mantequilla fundida y horneamos entre 15 y 20 minutos hasta que vemos que la masa está dorada. Dejamos reposar y servimos.