Hoy traigo unas estupendas empanadillas de espinacas y queso de cabra con salsa de yogur al curry. ¿Suena bien, eh?
En realidad, podría haber titulado esta entrada como "cómo aprovechar unos restos de hojaldre abandonados en el congelador". Tenía en el congelador una lámina de hojaldre, que iba dejando y dejando sin usarla (los que soléis leer todo lo que escribo -espero que muchos- ya conoceréis qué opino sobre la masa de hojaldre congelada -pincha aquí se te has quedado con la duda-) y ya tocaba darle matarile.
¿Qué hice? Unas empanadillas de espinacas y requesón, y como este matrimonio me parecía más aburrido que oír un juego de ajedrez por la radio, tiré de nevera a ver qué encontraba... y tachán, el queso de cabra fue la clave. Para acompañarlas, una salsita a base de yogur griego, mayonesa y unas poquitas especias, y oye el invento resultó. ¿Lo quieres probar? Sigue adelante!
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre
1 paquete pequeño de espinacas congeladas
1 paquete de requesón (en sustitución podrias usar queso de untar)
1 rulo de queso de cabra
1 huevo
Sal, pimienta y nuez moscada
Salsa de yogur: 1 yogur griego natural, 3 cucharadas de mayonesa, 1 ajo, 1 cucharadita de curry, cilantro picado y sal
Preparación y comentarios:
En primer lugar, ponemos el bloque de espinacas (sin descongelar) en un plato hondo tapado y lo llevamos al microondas a máxima potencia durante 4-5 minutos. Mientras tanto, vamos alisando un poco la lámina de hojaldre (en caso de que optéis por la versión congelada). Encendemos el horno a 180 ºC.
Sacamos las espinacas del microondas y las escurrimos muy bien, quitándole todo el agua posible (podéis ayudaros de un paño de algodón limpio o suficiente papel de cocina). Una vez escurridas, las mezclaremos con el requesón. Añadiremos sal, pimienta y un poquito de nuez moscada.
Cortaremos el hojaldre en cuadrados perfectos y en el centro colocaremos una cucharada de la mezcla anterior. Encima, pondremos una rodaja de queso de cabra. Cerraremos el hojaldre a modo de triángulo para formar la empanadilla (podemos sellar la empanadilla con un tenedor impregnado en harina).
Pintaremos las empanadillas con huevo batido, le haremos unos agujeros para que no se hinchen demasiado y las meteremos en el horno hasta que se doren.
Mientras, preparamos la salsa, mezclando todos los ingredientes (ver lista más arriba). Probadla e id rectificando, por si os gusta con un sabor más potente a curry, más o menos sal, etc.
Sacamos del horno y !a comer!. No dejéis enfriar mucho las empanadillas, sino el invento del queso de cabra se iría al traste!
Nota: si bien con hojaldre queda de lujo, podéis optar por la típica masa de empanadillas que venden. Asimismo, el yogur griego puede ser sustituido por el normal o uno desnatado (usad el que tengáis en casa, aunque sí es cierto que la cremosidad del griego aporta un "extra").
Tipos de yogur y su grasa
En la receta de hoy utilizamos el yogur griego, pero ¿realmente conocéis qué diferencias hay entre este tipo de yogur y uno normal? ¿y entre uno "entero" y uno desnatado? ¿y entre uno edulcorado y otro 0% en materia grasa? En la actualidad, los fabricantes de yogures han creado varias denominaciones que pueden llegar a confundir al consumidor. Vamos a aclararlas...
Yogur edulcorado: en lugar de azúcar llevan algún edulcorante artificial, por lo que tendrán menos calorías, pero OJO, hay que comprobar el % de grasa (algunas marcas tienen yogures edulcorados pero hechos con leche semidesnatada).
Yogur 0% materia grasa o MG: indican que el yogur es desnatado, sin grasa (por ley, deben tener menos del 1%). Aquí podemos distinguir, dos tipos, la versión natural y la edulcorada (aunque me he encontrado alguna marca que fabricaba yogures 0% MG pero con azúcar).
Yogur entero: yogur con un 3-3,5% de grasa. Puede llevar azúcar añadida o no (yogur natural).
Yogur tipo griego: yogur enriquecido con nata (crema de leche), llegando a tener un 10-13% de grasa. Es el que más calorías aporta.
¿Quiénes deberían tomar un tipo y quiénes podrían tomar otro?
Las versiones desnatadas, debido a la reducción de grasas y calorías, son aconsejables para todos los adultos, sobre todo, aquellos que han de controlar su dieta por cuestiones de peso o enfermedad. Ahora bien, que un adulto con un peso normal quiera comerse un yogur entero o uno griego, no estaría mal, siempre que no abuse y dentro de una dieta equilibrada.
Sin embargo, dar yogures desnatados a los niños o a los adolescentes es un disparate, a menos que estén obesos. Dimos las razones en otra entrada sobre la grasa de la leche, así que os recomiendo su lectura.
Por último, os quiero hacer pensar un poco para ver si os habéis enterado o no. Os lanzo una pregunta que podréis contestar en la sección de comentarios.
¿Qué cantidad de azúcares tendrá un yogur desnatado edulcorado si lo comparamos con un yogur entero natural? (asumimos que los yogures son del mismo fabricante)
a) tendrá una cantidad mayor
b) tendrá la misma cantidad
c) tendrá menor cantidadd) ninguno de los dos tiene azúcares
¡Espero que te haya gustado este post! Cualquier pregunta, no dudes en dejarme un comentario aquí o en mi página de Facebook.
¡Hasta otra!
Tomás García Cayuela
Contacto: elsaberculinario@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/elsaberculinario/
Twitter: @saberculinario Youtube: Los Gourmeteros
¡Hola, bienvenid@ a mi blog! Me llamo Tomás y soy Investigador en Ciencias de la Alimentación, Blogger Gastronómico y Social Media Manager. Aquí encontrarás mucha cocina, un poquito de ciencia y un muchito de cultura gastronómica. Recuerda, ¡saber más para comer mejor!