Espero que el comienzo de la Semana Grande haya sido estupendo y que así siga. Que el buen tiempo nos acompañe y que podamos disfrutar de las procesiones en toda España, que ya toca jajaja.
Ahora bien, volviendo a la receta, con ella participo por primera vez en el Reto Cocinamos con Reina .
Actualmente en este reto se está homenajeando gastronomicamente a las comunidades autónomas y este mes ha tocado Castilla y León como 7º reto. El ingrediente propuesto a utilizar es la morcilla de Burgos y de ahí la explicación de que mi receta de hoy sean unas empanadillas rellenas de este ingrediente.
Como todos sabéis la morcilla está presente en numerosos platos de la gastronomía española pero yo he elegido esta receta porque pienso que es un aperitivo ideal para tomar caliente o frío y en cualquier época del año. Además con muy poquitos ingredientes podemos disfrutar de una receta tan apetitosa como ésta. La morcilla al ser tan sabrosa por sí misma, no necesita de demasiados "extras" para conseguir un manjar. Así que creo que es una receta a tener muy en cuenta para cuando tengamos invitados o tengamos que dejar hecho un menú sin demasiadas complicaciones.
Dicho todo esto, vamos con la receta :)
Para 22 empanadillas.
Ingredientes:
22 obleas de empanadillas.
1 morcilla de Burgos (375 gr. aproximadamente).
1 cebolla entera (mediana).
Pimientos del piquillo (300 gr. peso escurrido).
1 huevo (para pincelar).
Elaboración:
En primer lugar picaremos la cebolla en trocitos pequeñitos para que cuando cerremos las empanadillas no sobresalgan demasiado. Una vez picadas, la pondremos a pochar en una sartén con aceite.
Picamos la cebolla pequeñita.
La pochamos en una sartén con aceite.
Mientras que la cebolla se está pochando, le quitaremos el pellejillo a la morcilla y sacaremos la carne. En un plato nos pondremos a machacarla con un tenedor para dejarla echa como una pasta.
Le quitamos el pellejo a la morcilla.
Machacamos con un tenedor hasta obtener una pasta.
A continuación la añadimos a la sartén y dejamos que coja el regustillo de la cebolla que está casi pochada.
Añadimos la morcilla machacada a la sartén.
Aprovechamos que tenemos la morcilla "haciéndose" junto con la cebolla para hacer una especie de salsa de pimientos del piquillo. Para ello le quitamos el exceso de caldo que traen en el bote y lo pasamos por una batidora.
Colamos los pimientos para quitarle el caldo.
Lo trituramos con la batidora.
La consistencia que hemos de conseguir es como la de tomate triturado. Yo lo utilizo así, porque como la morcilla es de textura seca, pues sustituyo el tomate que echaríamos en una empanada por esta salsa de pimientos del piquillo. De esta manera consigo que la empanada esté menos seca que si sólo la rellenara con la morcilla y la cebolla.
La textura ha de ser como de tomate triturado.
Una vez obtenida la salsa, la agregamos a la sarten junto con la morcilla y la cebolla. Removemos para que todo se impregne bien. Dejaremos al fuego un momento, el tiempo justo para que todos los ingredientes se calienten.
Añadimos la salsa de pimientos del piquillo.
Removemos bien hasta que todo esté bien integrado.
Consejo:
Colaremos el relleno para quitar el exceso de líquido que pueda haber cogido en la sartén. Para ello cogeremos un colador o un escurridor y pondremos un plato abajo. Dejaremos reposar unos segundos hasta que veamos que el relleno tiene la "cremosidad" que deseamos.
Escurrimos el relleno para quitar el exceso de líquido.
Ahora ya sólo nos faltaría formar las empanadillas. Para ello cogeremos la oblea y le pondremos el relleno aproximadamente en la mitad de la misma. Luego solapamos la empanadilla cuidadosamente y nos ayudamos de los dedos para dejarla bien encajada. Con un tenedor iremos sellando el filo para que no se salga nada.
Ponemos el relleno en las obleas.
Encajamos bien dejando el relleno en el medio.
Sellamos el filo con cuidado con un tenedor.
Consejo:
Hay que dejar un mínimo de filo para luego poder sellarlas. Por eso no podemos rellenarlas mucho, porque sino luego no cerrarían y o se romperían o nos sería imposible sellarlas con el tenedor.
Una vez que tengamos todas nuestras empanadillas cerradas, las pondremos en una bandeja de horno y las pincelaremos con huevo batido. Esto es para que queden más doraditas.
Pincelamos las empanadillas con huevo batido.
A continuación horneamos a 200 º C durante unos 10 ó 12 minutos. Siempre con el horno precalentado previamente a esa misma temperatura.
Horneamos a 200º C durante 10 - 12 min.
Y listo, ya tendríamos nuestras empanadillas de morcilla listas. Se pueden comer templadas pero frías la verdad que también están deliciosas. Eso ya es cuestión de gustos :)
Espero que os haya gustado esta receta y si queréis ver los resultados de mis compañeras, os dejo el enlace en el que podéis ver las recetas de todos los que participamos en este reto.
Besitos y nos vemos en la próxima receta que se nos avecina ;)