Los enaceitados manchegos son unos bollos de aceite parecidos a los mantecados, pero al estar preparados con aceite para mi gusto son más suaves.
Me encanta recoger recetas de nuestra tierra e intentar que no se pierdan, porque este tipo de bollos antes se preparaban en casi todas las casas, pero con el tiempo hemos dejado de hacerlo, nos hemos centrado en una cocina de diseño y hemos denostado recetas nuestras de siempre, pues no quiero, son recetas que no son muy complicadas de preparar y están buenísimas, pero gracias a las redes se están recuperando algunas que teníamos olvidadas.
En el blog podéis encontrar también mantecados y bollos castellanos, las dos recetas eran unos clásicos en las cocinas de nuestras abuelas y madres, las preparaban en fechas especiales y en casa recuerdo de pequeña que los llevábamos a cocer a la panadería del pueblo ¡que bien olía, por favor!
Cómo preparar los enaceitados manchegos:
Pelar la naranja procurando sacar la piel sin lo blanco.
Echar en un cazo el aceite y la piel, freír la piel unos segundos para que se aromatice el aceite, retirar del fuego.
En un recipiente hondo echar el vino, el licor, el azúcar y remover un poco.
Echar el aceite caliente y seguir removiendo hasta deshacer el azúcar.
Añadir el gasificante y seguido echar la harina, primero hay que mover con un cuchara de madera, recordar que el aceite está caliente, pero luego habrá que amasar con las manos, simplemente hasta que se integre todo bien y quede una masa homogénea.
Sacar a la encimera y estirar la masa con un rodillo aproximadamente de 1 centímetro.
Cortar con el cortapastas elegido, el que más os guste, e ir colocándolos en la bandeja del horno forrada con papel de hornear.
Horno precalentado arriba y abajo a 180º / Hornear bandeja centro 15/20 minutos o hasta que doren.
Sacar del horno, rebozar todavía en caliente en azúcar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Se conservan cerrados en una lata varios días.