Si hay algo que tenemos los que nos gusta cocinar, es que nos encanta probar cosas nuevas.
Así que con muchas ganas me puse a limpiarlos y es que limpiar los berros es una tarea a la que hay que dedicarse con paciencia, ya que hay que hacerlo concienzudamente.
De hecho, hay que tener mucho cuidado con los berros silvestres ya que al ser una planta que crece muy cerca del agua, hay que conocer muy bien la zona de donde se recogen porque podrían estar contaminados.
Pero no os preocupéis, porque cada vez se ven más en los supermercados y no es tan difícil conseguirlos.
Si los berros conservan aún la raíz hay que quitarla, y después separar bien las hojas. Las hojas deben lavarse una a una, desechando aquellas que no tengan buen aspecto.
Una vez las hojas han sido limpiadas una a una, las volveremos a meter todas en un recipiente con agua fría, un buen chorro de vinagre y sal. Las tendremos allí durante unos minutos.
Por último volveremos a aclararlos con la ayuda de un colador bajo el chorro del agua fría.
En conveniente consumirlos pronto, ya que es una planta que pierde propiedades con mucha facilidad.
Por mi experiencia, os los recomiendo porque tienen un riquísimo sabor que dará un toque diferente a vuestras ensaladas. Además aportan vitamina C.
Ingredientes:
50 gr. de berros
100 gr. de queso fresco
1 mandarina
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Modo de preparación:
Los berros recién limpiados, los escurriremos bien. Después les pondremos un chorrito de aceite de oliva y sal ( al gusto)
Pondremos por encima el queso fresco en taquitos.
Por encima pondremos los gajos de mandarina ( quitad todo lo que podáis las hebras blanquitas de los gajos)
¡Y lista! ¡A disfrutar!