Las ensaladas hay que combinarlas con ingredientes variados y aliñarlas bien sino quedan insulsas y se vuelven aburridas, pero si cambiamos la vinagreta y ponemos fruta, queso o frutos secos pueden ser un plato único, sano y delicioso.
Con las vinagretas lo mismo, si vamos jugando: hoy con miel y mostaza, mañana con pesto y pasado con un chutney o una mermelada, las ensaladas van cambiando totalmente. Después hay ensaladas que piden una salsa rosa, césar, mahonesa ...
Ingredientes:
1 lechuga de hoja de roble.
1/2 aguacate.
5 ó 6 higos frescos.
1 rodaja de 1 cm. (ó 15 depende de los comensales) de queso de rulo.
1 cucharada de postre de azúcar moreno.
Cebolla deshidratada.
Para la vinagreta:
1 cucharada grande de salsa de soja.
1 cucharada grande de vinagre tipo balsámico.
1 cucharada de postre de mermelada de cerezas.
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Crema de balsámico para decorar.
Se lava muy bien la lechuga, a no ser que compréis una bolsa variadita que también queda muy bien y os ahorráis trabajo, se escurre y se trocea.
Se pelan los higos y se cortan en cuartos.
Se pela medio aguacate y se parte en trocitos.
Preparamos la vinagreta emulsionando el vinagre balsámico, la salsa de soja, la mermelada y el aceite, si queda muy espesa se puede aligerar con una cucharadita de agua.
Se coloca la lechuga en la base, se disponen los trozos de higo y de aguacate por todo el plato menos en el centro, ahí pondremos después la rodaja de queso.
Se reparte la vinagreta por encima, se espolvorea la cebolla deshidratada ahora porque así se mantiene crujiente y se coloca la rodaja de queso, se reparte la cucharadita de azúcar sobre el queso y se le da caña con el soplete para caramelizarlo.
Se decora con un chorrito de reducción o crema de vinagre balsámico y voilá! a disfrutar de una buena ensalada.
Bye.