Aunque su origen se sitúa en pleno Oriento Medio, los fenicios lo distribuyeron e introdujeron en toda la costa mediterránea y posteriormente fue llevado por otras culturas al resto del mundo.
El uso del higo fresco en cocina ha ido evolucionando con el tiempo, pasando de ser únicamente una fruta a formar parte en ensaladas y últimamente en platos calientes como rellenos al horno, en purés, batidos, tartas, etc. Hoy en este rincón os presentamos una deliciosa ensalada templada con el higo de protagonista, es una “Ensalada de pollo con higos”.
Para hacer dos raciones de esta “Ensalada de pollo con higos”, necesitaremos los siguientes ingredientes:
150 g de ensalada fresca (os recomendamos la rúcula)
1 muslo de pollo deshuesado (o una pechuga fileteada)
10 higos maduros
20 anacardos crudos (o almendras)
1 rueda de rulo de cabra
50 ml de leche
Aceite de oliva Virgen extra
Vinagre de Módena
Sal
Lo primero que haremos será cocinar el pollo, para ello salpimentaremos bien el muslo por ambos lados. Una vez hecho, pondremos una sartén a fuego vivo, cuando esté caliente, pondremos el muslo por el lado de la piel y lo cocinaremos unos 3 o 4 minutos, pasado este tiempo, giraremos y dejaremos que se cocine otros 3 minutos. Una vez el pollo esté bien cocinado, lo cortaremos a dados más o menos pequeños.
El siguiente paso será poner a calentar la leche, cuando esté caliente, añadiremos el queso y mezclaremos bien hasta que este esté bien integrado. Una vez hecho reservaremos.
Para acabar de preparar los ingredientes, pelaremos los higos (podéis dejarlos con piel, si optáis por esta opción, los lavaréis bien), y los cortaremos a cuartos.
En un bol, pondremos la ensalada (rúcula en nuestro caso), le pondremos un poco de sal, un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y un chorrito de vinagre de Módena y mezclaremos bien. Una vez hecho, pondremos la mitad de la ensalada en cada plato/bol en el que serviremos.
Sobre cada la ensalada, repartiremos la mitad de los higos cortados en cuartos, y la mitad de los anacardos (o fruto seco al gusto) triturados a mano y la mitad de los datos de pollo que tenemos reservados.
Una vez hecho, aliñaremos la ensalada con la salsa de queso de cabra que tenemos reservada.
Os puede quedar tan que así:
Ensalada de pollo con higos
A disfrutar de un gran y sano plato. ¡Buen provecho!